En Centro TAP, trabajamos para que las consecuencias que estos trastornos de conducta alimentaria generan en el medio como en el largo plazo en las personas que lo padecen tengan el menor impacto posible, minimizando daños y reconstruyendo para generar el cambio a hábitos y relaciones con la comida y con el entorno más sanos y adaptativos. Este objetivo de intervención se encuentra enmarcado en el trabajo que realizamos tanto con población infantil como adulta.
Las consecuencias de no detectar y tratar este trastorno de manera eficaz para la salud mental y física son altamente peligrosas para la persona que lo padece. Los trastornos de alimentación más conocidos son la anorexia y la bulimia nerviosa, pero existen nuevas categorías diagnósticas, que han pasado desapercibidas hasta el momento, como pueden ser el trastorno por atracón, la vigorexia, o el trastorno de conducta alimentaria no especificado, este último se diagnostica cuando la persona no cumple todos los criterios diagnósticos para que su patología sea englobada dentro de un tipo específico de alteración del comportamiento pero que claramente esta teniendo consecuencias sobre la salud de la persona.
Facilitar la descripción de los síntomas y consecuencias de los trastornos de alimentación hará que aquellas personas que nos leáis podáis alarmaros y por tanto buscar soluciones. En Centro TAP estaremos encantados de poder ayudarte o de ayudar a tu familiar.
La Anorexia Nerviosa
La anorexia nerviosa se caracteriza por una pérdida de peso más allá de lo que se considera saludable para su edad y estatura. En general, las personas con este trastorno tienen un miedo intenso de aumentar de peso o engordar, incluso cuando su peso es insuficiente. Se niegan a mantener el peso en lo que se considera normal para su edad y estatura (15% o más por debajo del peso normal) y llegan a tener una imagen corporal que está muy distorsionada de la realidad. Están muy concentradas en el peso corporal o la figura y se niegan a admitir el peligro que hay ante la pérdida de peso bajo estas restricciones y obsesiones.
Existen dos tipos principales dentro de este trastorno:
- Anorexia nerviosa restrictiva: la persona que lo padece alcanza un bajo peso a través de realizar dietas muy estrictas, periodos de ayuno muy prolongados y abundante ejercicio físico.
- Anorexia nerviosa purgativa: la persona que padece este trastorno, recurre a comportamientos purgativos para seguir perdiendo peso; como son vómitos, diuréticos o laxantes.
Bulimia Nerviosa
La bulimia nerviosa, es un trastorno más prevalente aún que la anorexia nerviosa, se caracteriza por episodios regulares de ingesta abundante de comida de todo tipo (ingestión excesiva de alimento o atracones) y por un sentimiento posterior de pérdida de control. La persona posterior al atracón utiliza comportamientos purgativos, como el vómito o uso de laxantes, para evitar así el aumento de peso. Los atracones se producen en un periodo de tiempo muy corto, se ingiere un alto contenido calórico y en general se realizan en secreto, puesto que generan intensos sentimientos de culpa y vergüenza por el bajo control de impulso. Los ciclos de atracón-purga suceden con una alta frecuencia, con un mínimo de dos veces por semana.
Trastorno por Atracón
El trastorno por atracón se caracteriza por episodios de ingesta compulsiva de forma recurrente. Comparte muchas similitudes con la bulimia nerviosa, siendo la principal diferencia que la persona no realiza conductas compensatorias o purgativas después del atracón.
El tratamiento que en Centro TAP ofrecemos de los trastornos de conducta alimentaria incluye la restitución de un peso saludable para la persona, así como proporcionar un hábito alimenticio saludable. Tan importante como el tratamiento de las complicaciones físicas derivadas del trastorno es el tratamiento de los aspectos emocionales asociados, con el objetivo de mejorar el malestar psicológico asociado y la modificación de patrones cognitivos distorsionados; por lo que un tratamiento combinado (farmacológico y psicológico) es la clave para asegurar el éxito y la adecuación en el proceso terapéutico.