

Comencemos por entender qué es esto del temor al fracaso, es el miedo a no lograr nuestras metas, objetivos o deseos. Pero la verdadera dificultad no se encuentra en el fracaso en sí (en la no consecución de lo marcado), sino en lo que significa para cada uno de nosotros cuando sentimos no haber llegado a lo esperado por nosotros o por otros, cómo llegamos a calificarnos a través de él.
El fracaso en muchos momentos nos mantiene estancados, paralizados y en estado de alerta, escondiendo generalmente otros miedos, como el miedo a las críticas, a perderlo todo, a quedarte solo, a no cubrir las expectativas de los demás, etc. Desde Centro TAP sabemos que depende de nuestra capacidad para gestionarlo, superarlo o saber sobrellevarlo para mejorar nuestra sensación de control y eficacia.
El temor al fracaso no está relacionado directamente con la situación a la que nos enfrentamos, ni tan si quiera con su importancia o dificultad, pero si está determinado por lo que evaluamos de dicha situación, de nosotros mismos ante ella y de cómo los resultados nos pueden afectar posteriormente.
Identifiquemos algunos aspectos que denotan sí sufres miedo al fracaso:
- Te preocupa lo que otros piensan si fracasas. “Si fracaso, no valgo nada y la gente me va a criticar o rechazar”. Es más grande la preocupación del “qué dirán”, que la motivación por sacar adelante tus objetivos. Esto nace de la necesidad de aprobación por parte de nuestros amigos o familiares o del temor a decepcionar a quienes nos rodean.
- Dudas de tus propias capacidades por los fracasos del pasado. Nos paralizamos ante situaciones, toma de decisiones o iniciativas porque revivimos fracasos anteriores con recuerdos en negativo, y buscamos evitar estas sensaciones de malestar, no queremos que se repita.
- Relacionas tus probabilidades de éxito con tu capacidad. Pensamos que el éxito y el fracaso son dos elementos que nos califican como personas, “si tengo éxito soy una persona valiosa”, “si fracaso no valgo”. Lo que se nos olvida es que en ocasiones incluso el éxito o el fracaso dependen de factores externos.
Si el temor al fracaso te impide lograr tus metas o disfrutar de tu vida, sigue leyendo las siguientes claves:
- Mira el fracaso como algo que te enseña y te ayuda a corregir para poder llegar a tu meta.
- Cuando falles, no te culpes, critiques o regañes. Simplemente analiza dónde estuvo el error y cuál es la mejor manera para corregirlo y alcanzar así lo que deseas.
- A veces no podemos llegar a corregir nuestros fracasos y/o solucionar nuestros problemas, porque estamos paralizados en un único punto de vista. En esos casos es necesario movernos y ver la situación desde otro ángulo completamente diferente para llegar a soluciones creativas.
- No permitas que el fracaso te desmoralice. No lo evalúes como algo personal e identitario, eres mucho más que esto que no has alcanzado.
- No olvides que el fracaso es parte del éxito.
- Cambia tu mentalidad con respecto al fracaso. Nos hemos acostumbrado a pensar que el fracaso es lo contrario del éxito, pero en realidad no lo es. Fracasar forma parte del aprendizaje, como cualquier otra de nuestras vivencias… Los grandes aprendizajes también pueden venir de la mano de fracasos.
- Deja de lado la mentalidad del todo o nada. Hay gente que piensa que si no logra el 100% de una meta, entonces no tuvo éxito en nada de ella
- Entrar en un estado de aceptación y de bienestar con el hecho de que las cosas puede que no salgan bien a pesar de estar capacitados o ilusionados.
- Aprende de las lecciones que te dejan tus fracasos, ya que muchas veces el miedo a fracasar es el miedo a lo desconocido.
Debes entender que los resultados no te definen como persona, por lo tanto mantén el optimismo sabiendo que en el futuro puedes hacer las cosas tal y como habías pensado, puedes dar lo mejor de ti y puedes lograr ese éxito esperado en algún momento.
Hagas lo que hagas en la vida te será muy útil empezar a pensar en el fracaso como en un mero resultado adverso que te enseñará una lección y que será un paso más hacia tu objetivo.