

El pasado 16 de marzo se celebró el día mundial del sueño, y los datos arrojan estas cifras: 4 millones de españoles sufre de insomnio crónico, mientras que entre el 25 y el 30% padece insomnio transitorio. Con este artículo, desde Centro TAP, queremos clarificar en qué consiste esta problemática y ayudar a identificar, qué lo puede ocasionar y cómo solucionarlo.
El insomnio es la dificultad de conciliar o mantener un patrón de sueño que puede ocasionar una pérdida en el individuo de calidad de vida, déficits atencionales y de memoria, problemas de concentración, agotamiento, desánimo, ansiedad… Son varias las causas que lo provocan: estrés, problemas laborales, emocionales, conflictos familiares, cargas y responsabilidades e incluso algún aspecto fisiológico que nos impide conciliar o mantener el sueño de forma reparadora.
Es importante diferenciar los “patrones de sueño”. Cada persona es diferente y por tanto su patrón de sueño también lo es:
- Patrón de sueño corto: Personas que pueden dormir una media de 3 o 4 horas a lo largo de la noche y con eso es suficiente para hacer frente a todo el día.
- Patrón de sueño largo: Estas personas necesitan más de 9 horas para que el sueño sea reparador y suficiente. Se dice que este era el caso de Albert Einstein.
- Patrón de sueño intermedio: Sujetos que necesitan dormir una media de 6 u 8 horas.
- Patrón de sueño variable: Son patrones de sueño influenciados por cambios en horarios, lugares, temperatura, conductas, ambientes…
Dado que cada uno tenemos un patrón de sueño diferente, es esencial identificar cuál es el nuestro para saber si padecemos insomnio o sencillamente nuestro patrón de sueño es así.
También es posible, que los patrones de sueño cambien a lo largo de nuestra vida. No es poco frecuente el ejemplo de aquellas personas que se describían como “dormilonas” cuando eran jóvenes y ahora con unas 5 horas de sueño tienen suficiente.
En cuanto al insomnio propiamente dicho, también se pueden hacer diferenciaciones, existiendo diferentes tipos:
- Insomnio transitorio/situacional: Suele ser por problemas emocionales y su duración es menor a tres semanas.
- Insomnio persistente: Este tipo tiene una mayor duración y es mantenido por ansiedad
- Insomnio relacionado con síntomas psiquiátricos: La depresión es el más frecuente
- Insomnio relacionado con consumo de drogas: Es el tipo de insomnio que se da al consumir psicofármacos, estimulantes, alcohol, etc.
- Insomnio subjetivo: Este es el que se da cuando existen discrepancias entre los datos objetivos y los percibidos por el sujeto en cuanto a datos tales como latencia o duración
- Insomnio voluntario: Se dan síntomas de insomnio como consecuencia de un acortamiento voluntario del tiempo de dormir
- Insomnio por factores ambientales: Estos factores son los que se refieren a las condiciones de la habitación, temperatura etc.
- Insomnio familiar fatal: Este tipo de insomnio se trata de un trastorno grave y consiste en la pérdida paulatina de la capacidad de dormir.
A la hora de identificar un posible insomnio, además de averiguar de qué tipo se trata, también es importante averiguar la causa. Deberemos detectar si la causa de nuestro problema se encuentra en alguno de estos factores:
TIEMPO: Cuando el intervalo de duración del sueño es excesivamente bajo o desajustado, lo más recomendable en estos casos es aplicar técnicas como la cronoterapia que intenta acoplar nuestros ritmos circadianos al adecuado ritmo de sueño.
CONDUCTA: Comportamientos que facilitan o inhiben el sueño. Es decir todo aquello que hacemos justo antes de irnos a dormir. Una vez identificado que la dificultad puede provenir de estas conductas, lo más conveniente será aplicar técnicas cognitivos conductuales que nos ayuden a identificar esas conductas y modificarlas.
ORGANISMO: Edad, patrones de sueño, estado físico…Cuando la causa se encuentra en alguno de estos factores lo que mejor nos ayuda es desactivarnos fisiológicamente con técnicas de relajación, biofeedback, entre otras.
AMBIENTE: Si la causa está en factores ambientales tales como la luz, la temperatura, el ruido etc. deberemos someternos a una adecuada higiene del sueño. Nuestro terapeuta nos puede ayudar a identificar cuales son las condiciones, actividades y rituales a evitar y aquellos que debemos instaurar para conseguir conciliar el sueño de forma rápida y reparadora.
“Vivir quiere decir soñar; ser sabio significa soñar apaciblemente.”
Johann Christoph Friedrich von Schiller