

Desde hace algunos días, nuestras vidas han sufrido un giro de 360º. Entre otros aspectos de nuestra vida, hemos pasado de no tener tiempo extenso para estar con nuestros hijos e incluso vernos con la necesidad de delegar en otras figuras educativas las tareas relacionadas con la crianza, a obligatoriamente estar presentes y pasar todo el tiempo con ellos.
En muchos casos, conciliando con teletrabajo y teniendo que ayudarles a organizarse para continuar con las tareas que nos van enviando desde las instituciones educativas, con más peso en carga lectiva según se avanza de nivel educativo.
Si bien es cierto que los niños son más resilientes y adaptativos, una situación de aislamiento y cuarentena no pasará sin más, ya que privar a los niños de jugar al aire libre, del ejercicio físico, de la falta de rutinas conocidas, jugar con otros niños, relaciones con otros familiares, etc. puede a la larga influir en su estado de ánimo, nivel de motivación interna, habilidades relacionales.…
Por tanto, esta situación nos obliga a buscar soluciones alternativas y sobre todo a ser creativos a la hora de organizar nuestro día a día, de esta forma el impacto del confinamiento será lo más leve posible.
¿Cómo podemos organizarnos en el periodo de cuarentena con niños?
- Ayúdales a entender qué está pasando. Es fundamental hablar de lo que está ocurriendo, siempre adaptándolo al nivel evolutivo y de entendimiento de cada niño
- Establece y pacta normas con las que vamos a funcionar en casa, mientras dure la cuarentena. Es importante siempre implementarlas de manera positiva y partiendo de nuestras necesidades como familia
- Mantén en la medida de lo posible las rutinas sueño y aseo diario. Es importante que los niños mantengan las rutinas básicas, acostarse y levantarse a una hora determinada, asearse, vestirse, etc. Las rutinas nos ayudan a entender y estructurar el día, teniendo así una referencia de lo que viene después, esto nos da tranquilidad y nos ubica en el espacio y en el tiempo
- Prepara con ellos una planificación diaria, donde se tengan en cuenta momentos de tiempo libre, de juego más dirigido, o de realizar alguna actividad tipo yoga o pilates que implique movimiento físico. Tanto si tienes hijos pequeños como si son mayores, aprender a organizarse puede ser muy positivo para ellos
- Limita el uso de pantallas. Intentar en la medida de lo posible poner límite al uso de las pantallas, acordando a priori el tiempo que vamos a destinar a ver la televisión, videojuegos, etc. No se trata de no usarlos, sino de aprender a hacer un uso razonable, distinguiendo el tiempo y los contenidos por edades
- Pon límites, que estemos en una situación de excepción no es un todo vale, es fundamental que sigamos manteniendo en tanto en cuanto podamos, ciertas responsabilidades como hacer su cama, poner o recoger la mesa, mantener sus cosas ordenadas, etc. Debemos trasladar a nuestros hijos, qué cosas sí pueden hacer a priori.
- Flexibiliza. Entender y aceptar esta situación de excepcionalidad nos ayudará a lidiar con los momentos más críticos que a buen seguro podrán surgir en el periodo de cuarentena. Sobre todo, si surge la oportunidad de realizar una actividad atractiva que nos permite conectar y mantener un estado de ánimo adecuado.
- Propicia momentos de diálogo en familia, cenar sin tele ni radio, hablar y compartir cosas que nos gustan más o menos, cosas que nos preocupan, repasar nuestro día, etc. Es importante entender que dialogar no es interrogar, practicar la escucha activa, es importante contar y que nos cuenten
- Organiza planes diferentes, de vez en cuando es saludable romper con la rutina y preparar alguna actividad especial. Por ejemplo, preparar una merienda especial, cine en familia con palomitas incluidas, una obrita de teatro, preparar un juego de pistas… según los gustos de cada familia, imaginación al poder
- Realiza alguna actividad que permita la expresión emocional, para ello podemos hacer actividades como: pintar objetos, dibujar, cocinar, coser, bailar, cantar, etc. escribir una carta a un amigo o familiar. Puede ser un momento de distensión, que nos permitirá hablar de cómo nos sentimos y qué cosas echamos de menos: jugar con los amigos, ver a la familia, salir a la calle, hacer deporte…
Y por último…..
Dedica unos minutos al día para preguntar a tus hijos como se sienten. Escúchales y te sorprenderán!