

Septiembre es un mes de cambios, adaptación y vuelta la rutina laboral, rutina que este año se ve alterada por la COVID-19. Más allá de las emociones desagradables que suelen aparecer con la finalización de vacaciones y vuelta al trabajo, este año surgen numerosas preguntas que pueden generar miedo y ansiedad al encontrarnos en una situación de continua incertidumbre con la COVID-19: ¿tendré que volver a la oficina?, ¿y si tengo que seguir teletrabajando?, si mis hijos/as se ponen malos, ¿qué hago?
El miedo es una emoción necesaria ya que nos ayuda a protegernos en situaciones de peligro, sin embargo, cuando los niveles de miedo son muy elevados puede provocar situaciones de bloqueo que no nos permita avanzar en nuestro día a día.
A continuación, facilitamos algunas claves para poder hacer frente a estas emociones:
- Identifica cómo te sientes y exprésalo. En primer lugar, es importante identificar y aceptar que podemos sentir miedo ante esta situación imprecisa para poder hacerle frente. Compartir la preocupación que tienes con familia, amigos/as o compañeros/as de trabajo puede aliviar la tensión que sientes y, a su vez, te pueden facilitar pensamientos alternativos.
- Céntrate en el presente e intenta no anticipar. En general, en una situación de incertidumbre el miedo se hace muy grande apareciendo pensamientos negativos acerca de lo que puede ocurrir, pero que no sabemos cómo será realmente, ni qué probabilidad existe de que llegue a suceder. Por ello, es fundamental que te centres en el AQUÍ y AHORA, para poder realizar aquello que realmente puedes en el momento y no aumente la ansiedad pensando en el futuro.
- Planifícate. Tanto si tienes que volver a la oficina como si mantienes teletrabajo, mantener una rutina establecida ayudará a que sigas teniendo un eje de autorregulación. En esta planificación es importante que se introduzcan las tareas laborales y tiempo de ocio o relajación teniendo en cuenta el factor de flexibilidad, es decir, que se puedan introducir cambios en un momento determinado, si es necesario.
- Trata de no sobreinformarte. En este momento es necesario conocer las medidas de seguridad e higiene adoptadas en los diferentes entornos en los que tengas que desenvolverte, como puede ser la oficina o el transporte. Sin embargo, comprobar continuamente noticias de actualidad sobre la evolución de la COVID-19 puede hacer que el miedo y la ansiedad se intensifiquen provocando un mayor malestar.
- Mantén contacto y comunicación con la empresa. La comunicación es fundamental para mantenerte informado/a de las novedades, expresar tus necesidades y hacer peticiones si fuera necesario. Además, estar en contacto con compañeros/as de trabajo ayudará a seguir construyendo el sentimiento de pertenencia y de grupo, aunque las condiciones y los medios sean diferentes.
Veamos cómo desarrollar las pautas indicadas anteriormente en dos escenarios diferentes:
- Miedo a volver a la oficina porque aumenta la probabilidad de contagio. En primer lugar, identifica la emoción y comparte como te siente con alguien cercano. Antes de comenzar en la oficina, pregunta cuáles son las medidas de seguridad y, cuando aparezcan pensamientos negativos como “¿y si me contagio?, “seguro que contagio a mi familia”, intenta pararlos analizando si está ocurriendo en este momento y qué puedes hacer tú para sentirte mejor. Lo único que podemos controlar es aquello que depende de nosotros, por lo que, en esta situación, sería cumplir con las normas de seguridad y, en caso de aparecer síntomas dar parte y seguir las instrucciones que nos indicaran los médicos y en el entorno laboral.
- Miedo a continuar teletrabajando. Como en la situación anterior, primero es importante identificar qué nos está ocurriendo a nivel emocional y poder expresarlo. Seguidamente, identificar y analizar pensamientos negativos como: “no me voy a concentrar nada”, “¿y si estoy todo el día trabajando?”, para preguntarte si realmente está ocurriendo ahora y, qué podrías hacer para sentirte mejor. En esta situación es fundamental la planificación y diferenciación de tiempos de trabajo y de ocio o descanso para que las obligaciones laborales no se alarguen. Además, hay que tener en cuenta que, actualmente, tanto las empresas como los propios trabajadores cuentan con más herramientas y estrategias para desarrollar el teletrabajo de forma eficaz.
Centrarnos en el presente facilitará el manejo emocional ante situaciones de tanta incertidumbre como la que se está produciendo con la COVID-19 y la adaptación a las nuevas condiciones laborales