

2020 ha sido un año extraño para todos. La pandemia mundial que estamos viviendo ha dejado una huella emocional en todos nosotros. Adultos y niños/jóvenes hemos tenido que adaptarnos, ajustar nuestras expectativas vitales y modificar nuestras rutinas para hacer frente a lo que todos llaman “nueva normalidad”
- Sin duda, los más afectados por toda esta vorágine han sido los menores. Ellos aún están en proceso de desarrollo y hay determinadas etapas vitales en las que el impacto de las consecuencias del COVID está siendo devastador. Por ejemplo, la adolescencia es una época especialmente compleja en lo que se refiere a la gestión de emociones y la adecuada distribución ocio y estudio. Los adolescentes son inquietos, inconformistas, grandes insatisfechos y vitales por naturaleza, y toda esta situación les está afectando de manera muy incisiva.
Los procesos de aprendizaje de los menores en edad escolar se han visto muy perjudicados por el confinamiento que vivimos la primavera pasada. Ahora, los centros escolares ya dominan el uso de las nuevas tecnologías y las plataformas virtuales, y la semipresencialidad está funcionando mejor de lo esperado. Pero lo cierto es que no está siendo un inicio de curso fácil. Los niños y jóvenes llevaban muchos meses sin ir a clase, sin enfrentarse a un examen y sin estudiar al ritmo que deberían, habiendo pasado, además, un verano entero de por medio.
Una de las labores de los centros escolares y de las familias es promover en los menores unos adecuados hábitos de estudio y rutinas de trabajo que los preparen para su futuro. Por ello, es muy importante prestar una atención especial a nuestros niños y adolescentes en estos momentos, y dotarles de las estrategias emocionales y de aprendizaje necesarias que les permitan afrontar con éxito su vida y desarrollo escolar y obtener buenas calificaciones.
Es importante conocer cuál debe ser la línea de actuación y las pautas a seguir para ayudar a nuestros menores en este proceso:
- Ayuda a tu hijo/a a establecer una rutina diaria de trabajo en la que tenga tiempo para hacer los deberes diarios de cada asignatura y estudiar lo que hayan dado ese día en las distintas materias.
- Revisa con él/ella las plataformas virtuales que los profesores utilicen para comunicarse con los alumnos. Con la semipresencialidad, los profesores cuelgan tareas o dan información importante a través de estos medios digitales. No son pocos los alumnos que aún no se han acostumbrado a esta nueva forma de trabajar, y dejan tareas sin entregar o las completan fuera de plazo.
- Elabora con tu hijo/a un calendario donde anote diariamente los trabajos y exámenes. Así podrá planificarse para prepararlos con tiempo. Si además se acostumbra a apuntar las notas y calificaciones obtenidas en estos calendarios, padres e hijos/as sabréis en todo momento cómo está yendo el trimestre, y así se evitarán sorpresas al recibir el boletín de notas al final de cada evaluación.
- Asegúrate de que tu hijo/a está haciendo un adecuado aprendizaje de las asignaturas que se imparten online. Es fácil que un niño/a o adolescente se distraiga durante una videollamada por diversos motivos: se trata de un aprendizaje pasivo que no fomenta su motivación, no reciben atención ni supervisión directa por parte de los profesores y las conexiones pueden fallar, lo que, en ocasiones, no les permite ver ni escuchar con claridad las explicaciones de los docentes. Es importante que estemos atentos y, si sospechamos que nuestro hijo/a está perdido con las clases online, animarle a encontrar soluciones: pedir ayuda al profesor de la asignatura, buscar videos tutoriales que complementen las explicaciones de las clases online, bucear en internet en busca de ejercicios extra para reforzar los contenidos que más les cuesten…
- Respeta su tiempo de ocio y compártelo con ellos. Debido a las restricciones sociales derivadas del Coronavirus, los niños/as y adolescentes están viendo muy mermadas sus posibilidades de ocio y tiempo libre. No pueden pasar mucho tiempo con sus amigos ni ven gente distinta, están privados del contacto directo con algunos familiares y pasan muy poco tiempo fuera de casa. Es importante que, en un momento como este, los tiempos de ocio de los menores sean de calidad, que dediquen tiempo a realizar actividades variadas dentro de las limitaciones impuestas, y, sobre todo, que escuchemos sus necesidades e intentemos comprender que a ellos les está resultando aún más difícil que a los adultos pasar por esta situación.
En definitiva, estamos viviendo una época en la que los niños/as y adolescentes nos necesitan más que nunca. Desde la familia, la escuela y los profesionales de la educación debemos estar atentos y detectar las necesidades de nuestros menores para dotarles de los recursos emocionales y de aprendizaje necesarios para que puedan afrontar su vida escolar con éxito.
En Centro TAP contamos con los servicios necesarios para poder acompañar a padres y niños en este proceso. En nuestros grupos de apoyo al estudio dirigidos por profesionales de la psicología y la educación, trabajamos con los niños/as y adolescentes para que puedan sacar lo mejor de sí mismos.
Cómo:
- Les enseñamos técnicas de estudio
- Herramientas de organización y planificación que les ayuden a aprovechar el tiempo lo mejor posible
- Reforzamos los contenidos de las distintas asignaturas
- Ofrecemos acompañamiento y pautas educativas a las familias
- Nos coordinamos con los centros escolares.
- Trabajamos en grupos reducidos en formato presencial y online y con una periodicidad semanal.