

Los hallazgos más recientes en neurociencia estrechan cada vez más la brecha entre la materia y la mente. Hoy nos es conocido que el cerebro es el órgano que produce emociones, pensamientos, sensaciones, acciones y, en definitiva, todo aquello relacionado con la psique.
Durante años, los expertos se han enfocado en la parte visible del cerebro: sus lóbulos, sus surcos, sus pliegues y el color de su materia. Sin embargo, con el desarrollo de herramientas cada vez más sofisticadas y cuando se pudo comprender que el cerbero funciona gracias a la comunicación que establecen unas neuronas con otras, los investigadores desviaron su foco al estudio de la forma y de las dinámicas de esta complejísima red de conexiones.
A partir de entonces, el análisis de redes y conexiones cerebrales ha dotado a los investigadores y a los clínicos de potentísimas oportunidades para entender cómo funcionan la mente sana y la mente patológica y, éste es el propósito de la evaluación neurofuncional.
¿Qué es y cómo se hace?
La evaluación neurofuncional consiste en el análisis del funcionamiento de las redes del cerebro de una persona de forma objetiva y cuantitativa.
- Objetiva porque se realiza a través de herramientas que permiten el contacto directo con el sustrato fisiológico encargado de que el cerebro funcione de determinada manera. La herramienta más utilizada para ello es el electroencefalograma (EEG), una técnica no invasiva e indolora mediante la cual se mide la actividad eléctrica del cerebro a través de la colocación de pequeños electrodos sobre el cuero cabelludo que captan las señales eléctricas cerebrales a tiempo real y las envían a un ordenador que registra los resultados.
- Cuantitativa porque permite medir el funcionamiento de las redes del cerebro de una persona y compararlo con su grupo normativo (personas sanas y próximas en edad) para determinar su nivel de deterioro o anomalía (si lo hubiera).
La evaluación neurofuncional tiene una duración aproximada de 45 minutos -1 hora y consta de dos fases:
- Colocación de los electrodos en distintas áreas del cuero cabelludo. Cada electrodo se conecta, a su vez, a un amplificador y a un ordenador que registra el EEG. Éste es un procedimiento que lleva a cabo un técnico especializado en neurofisiología.
- Una vez colocados los electrodos se procede a la grabación de la señal eléctrica emitida por el cerebro ya sea en reposo (ojos cerrados), durante el sueño o a través de la ejecución de distintas tareas. El paciente deberá permanecer sentado o tumbado durante la prueba y no sentirá nada ni en el cuero cabelludo ni en ninguna otra parte del cuerpo.
El EEG permite obtener una medida objetiva del estado de las redes del cerebro, algo difícil de evaluar con pruebas médicas convencionales. A partir de aquí, los profesionales (neurofisiólogos, psicólogos e ingenieros) redactan un informe en el que se presentan e interpretan los resultados obtenidos.
¿Qué le aporta al paciente?
La evaluación neurofuncional supone un auténtico avance no solo en el campo de la investigación, sino también en el de la clínica puesto que el acceso directo a las señales del cerebro facilita un diagnóstico mucho más preciso y libre de subjetividades.
Normalmente los psicólogos y psiquiatras diagnostican los problemas de sus pacientes de acuerdo al cumplimiento de una serie de criterios estandarizados que parten de estudios correlacionales y que acuerda la comunidad científica (esencialmente la Asociación Americana de Psicología [APA] y la Organización Mundial de la Salud [OMS]). Por su parte, la evaluación neurofuncional complementa estos diagnósticos al ofrecer explicaciones fisiológicas del cuadro sintomatológico que fundamenta la patología del paciente y hace, por tanto, tangible su diagnóstico, así como al aportar datos acerca del estado general de los circuitos que se encargan de la funcionalidad su cerebro.
En línea con lo último, existen muchos casos donde la desorganización y degeneración de las redes se origina mucho antes de que la sintomatología sea observable. Así ocurre en el caso del Alzheimer donde se produce un incremento de ondas lentas y una reducción de ondas rápidas que marcan el inicio de la enfermedad y que ya es visible a través de una prueba EEG incluso aun cuando los síntomas y los cambios en el comportamiento no son detectables para los familiares. Éste es tan solo uno de todos los posibles ejemplos en los que la evaluación neurofuncional contribuye al diagnóstico precoz, especialmente de patologías neurodegenerativas (demencias).
Para los psicólogos y psiquiatras es tremendamente importante poder hacer un buen diagnóstico. Solo así, conociendo bien el problema y su nivel de gravedad, pueden orientar y personalizar el tratamiento con mayor acierto. Si, además, el diagnóstico es precoz esto supondría una valiosísima oportunidad de llevar a cabo una labor de prevención y así tratar de retrasar al máximo la sintomatología más incapacitante.
La evaluación neurofuncional permite establecer la línea base (pre-test) de la que parte el paciente cuando acude al profesional de la salud mental y compararla con evaluaciones posteriores (post-test) que permitan visualizar de manera sustancial la mejora de su sintomatología a lo largo de la intervención. De ello se deriva un análisis más rico para el profesional que dé lugar al perfeccionamiento del tratamiento y a un pronóstico mucho más preciso acerca del curso de la problemática.
¿A quién va dirigida?
El rango de personas que pueden beneficiarse de la evaluación neurofuncional es amplio:
- Niños, adolescentes y adultos
- Personas con algún tipo de problemática psicológica, psiquiátrica o neurológica. Especialmente:
- Alzheimer y otras demencias
- Daño cerebral adquirido (ictus, traumatismos craneoencefálicos, consumo de sustancias, etc.)
- Autismo
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Trastornos del aprendizaje
- Esquizofrenia
- Adicciones o daños generados por el abuso de sustancias
- Depresión
- Epilepsia
- Trastornos del sueño
- Personas sin ningún tipo de problemática que quieran conocer el estado de su cerebro.
- Población infantil y adolescente para conocer su grado de maduración cerebral.
Evaluación neurofuncional en Centro TAP
Es alto el número de pacientes que requiere de una evaluación neurofuncional para el tratamiento de su caso. Centro TAP ha incorporado recientemente dicho servicio de la mano de https://conectiva.eu/sobre-conectiva/ con el objetivo de centralizar y facilitar al paciente el acceso a la prueba que, en otros lugares precisa de varias citas y profesionales. Nuestros pacientes tienen la posibilidad de recibir cómodamente este servicio agrupado en nuestro centro y dentro un rango flexible de horarios y fechas. Además de la prueba en sí misma, se añade a este servicio una asistencia personalizada por un profesional de la psicología del centro para que el paciente se sienta acompañado y pueda resolver todas sus dudas en cualquier momento. El servicio, por tanto, consta de las siguientes fases:
- Recepción del paciente en las instalaciones de Centro TAP.
- Análisis neurofuncional (EEG)
- Acompañamiento durante la prueba por un profesional de la psicología
- Emisión del informe de resultados
- Sesión adicional para la explicación y resolución de dudas acerca de los resultados.
Pídenos más información si estas interesado/a en el servicio, resolveremos todas tus dudas, a través del correo electrónico info@centrotap.es o en el teléfono 912876347