

¿Es posible que una persona, pareja o familia, atraviese un duelo cuando ha ocurrido una pérdida perinatal? ¿Y si esta ha ocurrido en el primer mes de gestación? ¿Existe el proceso de duelo tras un aborto?
La respuesta es, rotundamente sí
- Por definición, un duelo es un proceso natural por el que una persona pasa tras percibir una pérdida. Puede aparecer ante una ruptura, un despido o cambio de trabajo…Por lo tanto, una pérdida perinatal, que puede acontecer en las primeras semanas de gestación, pero también en los pocos días tras el nacimiento, pude desencadenar un duelo, y, de hecho, es saludable que así sea y que uno se permita vivirlo.
- Si bien es cierto, un duelo de este tipo tiene unas características especiales que lo hacen cualitativamente diferente al resto de eventos que lo desencadenan. Y, es que, podemos decir que es un “duelo silenciado”.
Por desgracia, un aborto es un suceso que existe y que forma parte de la vida, y, además, es mucho más habitual de lo que en un primer momento podríamos imaginar. Pero la realidad es que no suele ser frecuente compartirlo, no es una noticia que se diga como otra cualquiera, incluso, con el círculo social más cercano, y las familias suelen vivirlo en silencio.
- Lo primero, porque es algo doloroso y muy poco agradable de contar, pero lo segundo, y por lo que sí podemos hacer para cambiar es, porque es un tema tabú, y que, a nivel social, no está valorado ni reconocido. Desde el primer momento, en la propia gestión de la sanidad, hasta las personas más allegadas, que con todos sus buenos deseos lanzan mensajes totalmente contrarios al momento que se está viviendo como, “no te preocupes, podéis ir a por otro”, “la buena noticia es que te puedes quedar embarazada”, “aún ni lo sentías” …
Por prematuro que sea el aborto, desde el momento en que uno sabe que va a ser padre o madre, comienza un proceso de transición, de su vida como individuo a su futuro como responsable de otro ser, que conlleva una reconstrucción a nivel cognitivo y socioemocional.
Por tanto, es importante, conceder a esa pérdida la importancia que tiene para la familia que la sufre. Los futuros papás ya esperaban a ese bebé, ya imaginaban cómo sería, y su pérdida supone un choque ante la expectativa construida, la frustración de un proyecto vital, el dolor y la culpa por lo que podría haberse hecho para evitarlo y la incomprensión de porqué ha pasado.
Es necesario y saludable elaborar el duelo, permitirse y dedicar un espacio a hacerse cargo de pensamientos, emociones y sensaciones que en esos momentos tan duros invaden a los que lo experimentan, validar y procesar la pérdida es importante para sanar.
Claves para la gestión del duelo tras un aborto:
- Respetar los tiempos y la manera individual de cada persona en la vivencia del duelo. No hay una manera correcta ni incorrecta, por lo que es importante respetar cómo cada uno decida hacerlo.
- Permitirse pensar, sentir, decir y hacer. Es necesario legitimar el propio dolor y el estado en el que estemos en ese momento, sin juzgar cómo deberíamos estar.
- Rodearse de familiares y amigos que acompañen como la persona necesita. Puedes preguntar si no sabes cómo hacerlo, en el caso que seas esa persona cercana que brinda apoyo, o hacer una petición explícita de cómo te gustaría que actuaran, si necesitas su calidez.
- Informarse, preguntar y resolver dudas con los diferentes profesionales puede ayudar a entender y desculpabilizar.
- Existen grupos especializados en el tema que pueden ofrecer aceptación, comprensión y apoyo. Escuchar y compartir experiencias parecidas es algo muy positivo para normalizar el momento por el que se está pasando.
- Es válido pedir ayuda si se necesita. Hay profesionales de psicología expertos en este tema que pueden acompañar en el proceso y facilitar su afrontamiento.
En Centro TAP contamos con psicólogas especialistas en perinatal, no estáis solas y solos en este proceso, ¡contacta con nosotras!