

La Navidad es una fecha para compartir en familia, disfrutar de las vacaciones, planificar el nuevo año, divertirse con los amigos, en definitiva, reencontrarnos con todos aquellos que durante el año no nos es fácil coincidir. Los que viven fuera, vienen y nosotros peregrinamos hacia casas que nos acogen……Todo tiene una pátina de idílico, de entrañable…. y si verdaderamente algo marca la navidad es el amor que nos profesamos los unos a los otros, además de contar con los bonitos y ansiados regalos.
En Navidad el marketing que nos rodea y nuestra propia cultura adquirida, nos recuerda continuamente esta formulación de paz, amor y altruismo, pero las realidades personales lamentablemente son más complejas que este mensaje.
No siempre las relaciones familiares facilitan que el encuentro sea positivo y deseado, además nos encontramos con algunas parejas que “luchan” por tener mayor cuota de presencia en los eventos relacionados con sus familias de origen. Los niños escriben unas cartas a los Reyes Magos interminables y nos exigen en muchos momentos una atención y una acción superior a la que nos tienen acostumbrados en otros periodos del año, por tanto conciliar vida familiar, personal y laboral no siempre es fácil ni posible. El gasto en estas fechas se dispara, llegando a desestabilizar la economía de las familias durante meses, y no podemos olvidarnos de todos aquellos que no pueden evitar recordar a los familiares que ya no están en sus vidas, aflorando emociones como la melancolía, la pena, el anhelo o la rabia.
Como decíamos la navidad no siempre es fácil, pero desde Centro TAP queremos daros algunas claves para no sólo llegar a sobrevivirla, sino para disfrutarla:
- Acota y acuerda el gasto económico: tanto el destinado a los regalos navideños como a las diferentes cenas y comidas compartidas con amigos y familiares.
- Disfruta de los encuentros: no con todos los amigos tenemos la misma afinidad y el mismo grado de intimidad, pero con muchos de las personas que integran estos grupos sí, comparte el tiempo y las conversaciones con estos.
- Empatiza con las necesidades de tu pareja: sabemos que ser generoso, hablar de lo que necesitamos escuchando a su vez las necesidades del otro e intentar por encima de todo cuidar, facilita la comunicación y los acuerdos, evitando las famosas tensiones.
- Planifica un tiempo para los más pequeños de la casa: las actividades infantiles son variadas y muy atractivas en esta época del año, así que ¡aprovechémoslas!
- Evita sentarte cerca del “cuñado pesado”: debemos aceptar a nuestros familiares con sus particularidades, recordar que nosotros también tenemos nuestras propias vicisitudes nos ayudará a ser más tolerantes, incluso a reírnos de las escenas más absurdas.
- Desarrolla el buen humor: reírnos a tiempo en los posibles momentos de tensión ayudará a crear ambientes distendidos y a no “explotar” ante comentarios, situaciones o malestar históricos.
- Recuerda a quien ya no está: con cariño, con anhelo y desde su perspectiva, qué le gustaba hacer, comer, con qué bromeaba……no evites hablar de él y de los recuerdos compartidos. Hablar y expresar cómo nos sentimos alivia los procesos de duelo.
- Vive la navidad 2016: la tendencia del ser humano es abrir el baúl de los recuerdos para acordarnos de todo aquello en que otras navidades no funcionó. Centrarnos en el “aquí y en el ahora” hará que aliviemos muchos de estos malestares, ya que en la mayoría de los casos no tenemos ni tan siquiera la posibilidad de modificarlos.
- Aprovecha lo exclusivo de la época navideña: es un periodo para comer productos que en el resto del año son más difíciles de encontrar, tenemos las ciudades cubiertas de bonitas luces y repletas de eventos divertidos, podemos aprovechar para redecorar durante un tiempo nuestra casa, podemos acercarnos a nuestro jefe en la comida de navidad de forma distendida y amigable…
Ahora ya estás preparado para disfrutar de tiempos en familia, de espacios junto a los amigos y de hasta compartir conversación con el “cuñado pesado”. El periodo de Navidad no debe ser un momento especialmente único y maravilloso, pero tampoco podemos dejar que se convierta en un periodo gris. Todos los días del año son igual de valiosos.