

Cambiar de año siempre es una posibilidad de repasar lo que hemos vivido en los meses que dejamos atrás, hacer balance de lo bueno, lo no tan bueno, y lo que no queremos que se vuelva a repetir. Muchas de las situaciones que hemos vivido querremos repetirlas, algunas borrarlas incluso de nuestra mente, y otras que no aparecieron, quizás queramos que lleguen por fin en este año que empieza…
Y dentro de todo este análisis, y los propósitos que muchos o la mayoría nos hacemos podremos pensar si el refranero español tiene razón o no: ¡Año nuevo, vida nueva!, ¿y esto será así?
Parece poco probable que la vida sea “nueva”, por supuesto que será distinta, como nosotros somos diferentes por cada año que vivimos, y lo nueva que sea nuestra vida dependerá de dos aspectos: los cambios que queramos hacer, y lo factibles que resulten. Así que si queremos novedades, mejoras, aprendizajes e incorporaciones satisfactorias a nuestra vida, ¡empecemos a soñar y a planificar!
Ahora bien, si es importante redactar la lista de deseos, más relevante resulta elaborarla valorando si podemos alcanzar lo que soñamos… ¿aquello que pedimos se ajusta a nuestras posibilidades? Muchas veces los propósitos de nuevo año se abandonan pronto, muy pronto, no necesariamente porque no fueran factibles, sino que quizás no ajustamos bien los tiempos o nuestras expectativas.
Queremos en este post daros algunas claves para que podamos hacer más “nueva” nuestra vida. Seguramente muchos de vosotros habréis pensado en adelgazar, dejar de fumar, ver más a la familia, encontrar pareja, matricularse en algún curso, hacer más ejercicio… Anotad en una hoja todos vuestros propósitos, y en columnas al lado de cada uno de ellos, puntuad en base a los siguientes aspectos (cuantificados cada uno de ellos del 1 al 10, siendo 10 el máximo):
- Nivel de motivación
- Dificultad estimada
- Pronóstico de satisfacción
De esta manera, podremos ser más realistas, y centrarnos primero en aquellos que parece que más nos motivan, y más satisfacción nos van a producir, pese a que consideremos que nos resultarán difíciles de alcanzar (¡que la cuesta arriba no nos frene!). Podremos dejar al final de la lista aquellas tareas para las que no nos encontramos tan orientados, por falta de motivación, satisfacción o ambas… y quizás cuando hayamos avanzado en otras, podremos empezar con éstas…
Y desde Centro TAP, queremos daros unas ideas para incluir en vuestra lista:
- Anotar en una libreta o agenda algo bueno de ti, algo bonito que te haya pasado, algo que hayas visto en ese día que te haya gustado… ¡hasta que llegues a 365 cosas por las que te has sentido bien en este año!
- Dejar atrás las discrepancias que hayas tenido con gente de tu entorno que pese a lo vivido, son importantes para ti. Podemos elegir si nos seguimos enfadando por aquello que no podemos cambiar o empezamos el proceso de aceptar incluso lo que no nos gusta.
- Premiarte siempre que hayas hecho algo que te resulte difícil, independientemente de que otras personas puedan hacer eso mismo con facilidad.
- Aceptar los errores, porque no olvidemos que aprendemos más de los fallos que de los aciertos y tenemos derecho a equivocarnos. El ser humano es imperfecto, ¡que esto no se nos olvide!
- Vivir cada día con todo el entusiasmo posible, para que a medida que avance el año puedas decir que ha pasado mucho más que las hojas del calendario.
- No anticipar negativamente, podemos pensar que habrá momentos que no nos gusten tanto, pero paciencia, que no todo el año será así, como si estuviéramos en “el día de la marmota”.
- Esforzarte por conseguir lo que te propongas, intentar no decaer, y si vieras que flaqueas, anímate a tomar ese respiro para recuperar fuerzas y continuar.
Como esta lista pueda ser tan larga como vosotros queráis, os animamos a que la completéis con las ideas que para vosotros serán fundamentales en el nuevo año que empieza… ¿enfadarse menos?, ¿decir más te quiero?… ¡seguro que merecerá la pena intentarlo!
Y para terminar este post, desde Centro TAP, desearos que todos los propósitos de vuestras listas se cumplan, y si no es posible, que podáis quedaros muy cerquita y ante todo, en el camino de conseguirlos o no, ¡disfrutad! ¡FELIZ AÑO NUEVO!