

“No hay aprendizaje sin emoción”
Francisco Mora
Llegan las vacaciones de verano y además de disfrutar de un merecido descanso, una de las preocupaciones de los padres es que los más pequeños realicen tareas para reforzar y no olvidar los contenidos trabajados durante el periodo escolar. Podemos optar por multitud de libros para trabajar contenidos escolares que hay en el mercado. Aunque si bien es cierto que para algunos niños puede ser entretenido realizar tareas en sus horas de descanso, en la mayor parte de los casos no es precisamente lo que a los niños les gusta hacer en su tiempo libre
No es necesario que obliguemos a nuestros hijos a realizar aburridos cuadernillos de vacaciones. Existen alternativas mucho más llamativas para los pequeños y con las que se trabajan multitud de contenidos de una forma divertida y amena.
Una buena opción son los juegos de mesa que por su carácter lúdico, ayudan a aprender de manera divertida. Hace algunos años que los juegos de mesa están experimentando una gran aceptación. Anualmente se presentan nuevos títulos que atraen a miles de personas en todo el mundo. Incluso a nivel educativo, ya se han puesto en marcha programas que introducen el juego de mesa en el aula como metodología didáctica y que están obteniendo muy buenos resultados. Este espectacular éxito es bien merecido ya que los juegos tienen un valor educativo que no debemos pasar por alto.
A nivel académico, la neuropsicología propone incorporar en el aula nuevas competencias educativas y didácticas que permitan el desarrollo cognitivo, emocional y social de los alumnos. Los juegos de mesa son una potente herramienta para conseguir este objetivo debido a que permite trabajar sobre las tres áreas descritas por los neuropsicólogos. Así podemos ver cómo se desarrollan:
- Tolerancia a la frustración. Aprender a ganar y a perder, a tolerar el malestar que nos provoca perder el juego.
- Respeto de turnos. Cultivar la paciencia y aprender a esperar
- Resolución de problemas
- Toma de decisiones
- Enriquecen las relaciones familiares y sociales
- Enseñan y refuerzan contenidos académicos, matemáticas, lectura, etc.
- Favorecen la memoria y organización de ideas
- Asunción de normas
- Toma de decisiones
- Favorecen trabajo cooperativo
Desde Centro TAP creemos que no hay aprendizaje sin emoción, el cerebro necesita inquietarse para incorporar aprendizaje significativo. Y por ende abogamos por la utilización de recursos didácticos alternativos que trabajen el desarrollo integral de los niños. Nadie duda que el mero hecho de jugar ya produce suficientes consecuencias agradables y placenteras al jugador. Emociones todas ellas positivas que ayudan a los niños a aprender de la propia experiencia y de manera divertida.
¿Cómo elegir juegos de mesa adecuados?
- Edad. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la edad de los niños, y si vamos a jugar en familia o es un juego para pasar tiempo con sus iguales. La edad adecuada para empezar a introducir a los más pequeños en los juegos de mesa es a partir de los tres años. Podemos encontrar juegos a partir de esta edad adaptados a las diferentes etapas de desarrollo.
- Objetivo que perseguimos trabajar o reforzar. En función de nuestros objetivos elegiremos un tipo de juego u otro. Además de desarrollar todas las áreas que hemos visto antes, podemos elegir juegos específicos que desarrollan el trabajo cooperativo, la comprensión lectora, coordinación visomotora, matemáticas….
Por último, es importante que el juego elegido se adapte a nuestros gustos y aptitudes. Partiendo de esta base, la actividad será mucho más placentera de por sí ya que de lo que se trata es de “disfrutar aprendiendo”.
¿Dónde podemos encontrar información sobre los juegos?
A través de búsquedas en webs especializadas podemos encontrar diferentes sitios donde informarnos de los juegos de mesa que encontramos en el mercado. Desde contenidos, objetivos del juego, edades recomendadas y áreas de desarrollo que conseguiremos reforzar con su práctica.
Por supuesto, desde Centro TAP, resolveremos todas vuestras dudas con respecto a la elección de los juegos.