

Son muchos científicos, de diferentes disciplinas, los que han mostrado interés por revisar los efectos del estrés de las madres durante el periodo de embarazo. Números estudios nos explican la importancia del cuidado de la madre en esta etapa tan sensible, donde una vida se está conformando dentro de ellas.
Tenemos aún grandes lagunas de los efectos directos que se producen en el bebé ante la presentación de un cuadro de estrés prolongado de la madre durante su embarazo, pero si sabemos que los bebés pueden llegar a tener una modificación del eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal, encargado de regular sus reacciones futuras ante la identificación de estresores.
Nuestra regulación emocional depende directamente de este eje, por tanto, sería interesante que pudiéramos proporcionar a las futuras mamás durante su embarazo no sólo cuidados físicos, como las analíticas o las revisiones de obstetricia, sino una evaluación exhaustiva de cómo es su bienestar emocional en cada uno de los trimestres del embarazo, dotándola de estrategias y recursos para la gestión del estrés si lo presenta.
Sabemos que el periodo de embarazo puede llegar a ser una etapa que conlleva mucho estrés asociado:
- Es un momento de alta incertidumbre
- Se sufre descompensación hormonal
- Se pueden tener miedos asociados a la propia salud del bebé
- Miedo al momento del parto
- Incluso a la etapa de crianza tras el nacimiento
Los profesionales que acompañamos a las madres y padres en esta etapa, debemos ser conscientes de lo sensible del momento, ayudando a las futuras madres a reconocer si sufren o no un cuadro de estrés, y qué les está generando este malestar asociado si lo sufren, de esta forma podremos tener las oportunidad de trabajar junto a ellas su regulación emocional.
Te acompañamos a ti y a las familias durante el embarazo para garantizar que el bebé tras su nacimiento pueda contar con alto bienestar emocional proporcionado por sus figuras de protección y cuidado. Madres y padres regulados emocionalmente harán que sus hijos/as sean bebés estables, sanos y regulados.
Las fuentes de estrés son múltiples y variadas, desde el estrés laboral que sufren muchas embarazadas, estrés asociado a la relación de pareja, por el propio embarazo en sí, por la anticipación de futuro rol (mamá), etc.; ayudar a identificar la tipología de estrés proporcionará a la mujer embarazada sensación de mayor seguridad y control, conociendo cuál es la fuente de estrés haremos que se puedan tomar las decisiones idóneas para paliarlo y/o eliminarlo.
Una vez que conocemos las fuentes de estrés debemos entrenar los recursos que alivien este malestar, eliminar estos estresores es sin duda una de las fuentes de mayor tranquilidad para afrontar el nacimiento del bebé con serenidad y tranquilidad.
Si quieres conocer más sobre este y otros temas relacionados con la crianza en Centro TAP trabajamos para que las familias adquieran los recursos y herramientas necesarias para construir su autonomía en la crianza y que desarrollen su rol de padre y madre con la tranquilidad de saber que están haciendo lo mejor para sus hijos/as y familia. Búscanos en redes sociales Crianza Activa y entra en nuestro Programa Aprender a Crecer Juntos.