

Horas después de que se declare el estado de alarma, circula por redes sociales una cita para todos los ciudadanos “a las 22:00h salimos a la ventana para aplaudir, en señal de agradecimiento, a todos los sanitarios” y, efectivamente, gran parte de la sociedad acudió a esta cita haciendo llegar el cariño a todas aquellas personas que están en primera línea de combate con el coronavirus. A partir de este momento, se mantiene la cita adelantándola dos horas, para que los más pequeños también pudieran formar parte de este evento social que nos ayuda a construir comunidad.
¿Qué es una comunidad?
El concepto de comunidad hace referencia al conjunto de personas de un barrio, pueblo, ciudad, región o país; también al conjunto de personas que tienen características o intereses comunes y, además, a las relaciones interpersonales y el sentido de pertenencia que se genera de ellas, sin necesidad de compartir un espacio común. Esta última acepción es la que está cobrando mayor relevancia en el momento de aislamiento que estamos viviendo a causa de la pandemia por Coronavirus-COVID 19.
De forma habitual interactuamos con compañeros/as de trabajo, hacemos planes con amigos y familiares, tenemos muchas posibilidades de generar el sentido de comunidad y sentirnos parte de una o incluso varias, por lo que nos sentimos acompañados, entendidos e integrados. Sin embargo, con el confinamiento esto resulta más complicado. El ser humano necesita sentir que pertenece a una comunidad y que es parte activa de un grupo social para mantener los niveles de bienestar afectivos, así construimos también nuestros valores individuales, a través del colectivo.
¿Cómo podemos construir sentimiento de comunidad?
- Aplaudiendo desde las ventanas y balcones a las 20h. Además del agradecimiento, con esta iniciativa se genera el sentimiento de pertenencia al observar que existe compromiso y objetivos en común con otras personas.
- Ofreciendo ayuda y facilitando a las personas más vulnerables la obtención de necesidades básicas. De esta manera, se generan vínculos que nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás.
- Compartiendo cultura y deporte. Son muchas las iniciativas que ya se están observando, por ejemplo, dar pequeños conciertos desde casa, cantar al unísono entre vecinos, vídeos de historia, clases de zumba, etc. De esta manera, se propicia una conexión emocional compartida y la satisfacción de necesidades, al hacer que el día sea más ameno y cuente con momentos de desconexión y relajación.
- Manteniendo relaciones sociales. En estos momentos podemos interactuar con nuestros amigos y familiares a través de redes sociales, llamadas y videollamadas hacen que se puedan mantener las reuniones sociales en formato virtual. Y, además, se puede desarrollar y fomentar la interacción social con personas que, probablemente, ni siquiera conocíamos. Por ejemplo, hablar con los vecinos a través de las ventanas, saber cómo se encuentran o si necesitan ayuda, nos facilita conectar con los demás y saber que no estamos solos en esta situación tan novedosa para todos.
Y a los más pequeños, ¿les beneficia participar en estas propuestas?
El sentimiento de pertenencia se comienza a desarrollar desde que un bebé nace, en primer lugar, con sus familiares más directos y posteriormente se irá ampliando en los diferentes contextos de desarrollo. Por tanto, niños/as y adolescentes también necesitan construir comunidad, ¿cómo podemos hacerlo?
- Explicándoles qué está ocurriendo, adaptando el lenguaje a su edad.
- Haciéndoles partícipes de las propuestas comunitarias, por ejemplo, salir a aplaudir con toda la familia, cantar cumpleaños a algún vecino, etc.
- Fomentando actividades de ocio en familia como juegos de mesa, manualidades, practicar deporte juntos, etc., ya que ayuda a mantener un espacio de diversión.
- Integrándolos en las tareas del hogar, siendo acordes con su edad. Esto ayuda a que desarrollen su autonomía, favoreciendo su valía al observar que pueden colaborar y facilitar la convivencia familiar. Por ejemplo, cocinar su plato favorito.
- Ayudándoles a mantener contacto con amigos y familiares utilizando las nuevas tecnologías: audios, videollamadas, juegos, etc.
Sentir que pertenecemos a una comunidad en la que nos sentimos integrados, apoyados emocionalmente y de la que podemos recibir ayuda, favorece la estabilidad emocional y psicológica de todos los seres humanos.
¡Juntos es más sencillo combatir el confinamiento!