

Con la llegada de la pandemia, la mayoría de las familias han visto incrementados sustancialmente el tiempo juntos en casa…. Primero con el confinamiento, posteriormente las vacaciones de verano, y a día de hoy, muchos padres y madres que continúan con el teletrabajo. En este sentido, como en cualquier situación negativa de la vida, la COVID-19 tiene su parte buena.
Ahora la pregunta que podemos hacernos es: ¿estamos disfrutando realmente de este tiempo con los niños/as?, ¿Estamos teniendo tiempos que consigan provocar sensación de bienestar en nuestros hijos? ¿Estamos consiguiendo que los momentos sean de calidad?
Quizás muchos padres y madres se hayan podido hacer estas preguntas, y es verdad todos sabemos de alguna manera que más tiempo no es sinónimo de mejor (pero sí puede ser una oportunidad). Pensemos en cualquier otro tipo de situación cotidiana, por ejemplo en la posibilidad de estar con un/a amigo/a… ¿sería una situación agradable en sí misma el hecho de que estemos en el mismo espacio pero no hagamos juntos alguna actividad que nos haga disfrutar y sentir especiales para el otro? Es fácil pensar a través de este ejemplo que lo que hace especial la relación con alguien no es solamente estar, sino que el hecho de que la otra persona quiera realizar alguna actividad con nosotros, que nos dedique su tiempo, que incluso entendamos que deja de hacer otras cosas por estar con nosotros disfrutando de nuestra compañía. Sin duda es muy agradable y refuerza el vínculo que tenemos con esa persona.
Así que con este artículo queremos resaltar la importancia de hacer que el tiempo en familia contenga ratos únicos, especiales, de sincronía… que programemos esos espacios con nuestros hijos, porque sin duda, para ellos será enormemente reforzante y motivante!
Antes de los 2 años de edad, aunque disfruten de nuestra compañía y sean capaces de percibir que nosotros también disfrutamos con la suya, los bebés no tienen conciencia de esos ratos «especiales». Entre los 2 y los 6 años, en cambio, necesitan saber que vamos a pasar con ellos al menos un rato pensado para ellos al día, que puede ser durante el baño, leyendo un cuento, jugando con algún juguete que le guste, saliendo a montar en bici… La clave es pasar un tiempo realizando aquella actividad que para el niño sea de disfrute (y acompañarle estando presente, sin otras cuestiones en la mente). En cambio, entre los 6 y los 12 años, los padres han de analizar si sus hijos tienen la necesidad diaria de pasar ese rato exclusivo con nosotros, pero será importante para ellos SABER que al menos se pasará algún tiempo en este sentido a la semana. Ese tiempo puede ser una cena con su comida favorita, ver una película juntos, o una partida a un juego de mesa.
Así que os animamos a que recordemos estos por qué cuando pensemos en la importancia de planificar tiempos con nuestros hijos:
- Porque se sienten importantes y tengan un espacio único en nuestras vidas (¡qué importante es esto para cualquier ser humano!)
- Porque incrementa la autoestima de los niños, saberse importante contribuye sin duda a un mejor autoconcepto
- Porque así podemos reforzar la idea de que hemos decidido tener hijos para poder disfrutar de ellos, de la misma manera que en el ejemplo de pasar tiempo con un amigo, entendemos que ya que decidimos tener esa amistad, es necesario para disfrutarla y mantenerla que cuidemos de ella
- Porque contribuye a la regulación emocional de los pequeños
- Porque si necesitamos que no nos interrumpan mientras estamos realizando una actividad, decirles que ahora no es el momento pero que tenemos muchas ganas de que llegue la hora planificada para hacer algo juntos les permitirá retirarse y esperar con mayor facilidad (porque son conscientes de que ese momento llega)
- Porque si recordamos nuestra infancia, ¿quién no sonríe pensando en momentos concretos en familia? Contribuyamos entonces a estos recuerdos de nuestros hijos e hijas
Os proponemos que elaboréis una lista con esas actividades, de manera que entre todos podáis pensar en lo que os gustaría hacer (es importante validar lo que los niños sugieran y pensar que el momento de bienestar y construcción en familia tiene que serlo para ellos también, por lo que su opinión es fundamental!). No han de ser actividades que supongan dinero, y si tienen un coste, podéis planificarlas más espaciadas en el tiempo. Pensad también en la duración, cuánto tiempo os pueden suponer, para decidir qué hacer cada día, en función del tiempo real del que dispongáis para que no tener “demasiado” tiempo no sea la excusa para PODER DEDICARNOS ESE RATO DE CALIDAD.
Si necesitas asesoramiento, y quieres conocer más sobre este y otros temas relacionados con la crianza en Centro TAP con nuestra plataforma de CRIANZA ACTIVA @crianza_activa_centrotap (¡búscanos en redes sociales!), trabajamos para que las familias adquieran los recursos y herramientas necesarias para construir su autonomía en la crianza y que desarrollen su rol de padre y madre con mayor tranquilidad y seguridad