

Desde el comienzo del confinamiento, las familias con menores a su cargo han experimentado muchas emociones con relación a la escuela, su papel, la importancia de su valor y la incertidumbre que creaba y crea el no saber que podría ocurrir con ellos y su futuro escolar.
Es muy probable que, en este periodo, la mayoría de las familias hayamos sentido emociones muy parecidas y hemos visto y experimentado en muchos casos situaciones que nos han hecho sentir y vivir con vulnerabilidad la situación que la pandemia estaba provocando. La falta de asistencia al colegio ha dejado de manifiesto las carencias de la escuela como sistema, con la falta de recursos y medios para poder hacer frente a una situación como esta y también ha demostrado las diferentes brechas que nos encontramos en nuestra sociedad. La brecha económica, la brecha tecnológica o la brecha provocada por la falta de conciliación familiar para poder atender a los menores en casa, han afectado y mucho a miles de familias en nuestro país.
Por supuesto, esto se ha visto reflejado en el curso que comenzamos en septiembre y aunque el gobierno central propuso algunas posibles soluciones para compensar las brechas provocadas por la situación, como lo programas de refuerzo, lo han hecho sin otorgar de medios suficientes a las escuelas que, en este caso, son competencia de cada Comunidad Autónoma.
Ahora, pensemos… Si esto lo hemos vivido cualquier familia, y hemos luchado por los derechos de nuestros menores a una educación de calidad, segura y presencial. Si nos hemos hecho conscientes de las dificultades que encierra el hacerlo a distancia y de la importancia que tiene una buena educación que no sea únicamente curricular, sino que además, se desarrolle el acompañamiento de las emociones del alumnado en la escuela. Si hemos sentido esa vulnerabilidad y reclamado el derecho de nuestros menores, será interesante poder ponernos en el lugar de familias con menores a cargo con alguna necesidad educativa especial, por pequeña que sea. Todas esas emociones y sentimientos que hemos experimentado en estos meses son los mismos que experimentan cada día, todos esos padres y madres desde el primer día que su hijo o hija pisa por primera vez un centro escolar. Ellos, quieren lo mismo que todos los demás padres y madres. Una educación de calidad, segura, presencial y equitativa para sus hijos e hijas, pero, sin embargo, esa lucha no es transitoria como nos ha podido pasar al resto. Ellos, no han dejado de luchar, ellos y ellas estaban, siguen y estarán en lucha por la educación de sus hijos e hijas. Un derecho humano.
Todas estas dificultadas encerradas dentro de la pandemia, para las familias con menores con necesidades educativas especiales (NEE), se han visto incrementadas por la falta de presencialidad, por la falta de recursos durante y después del confinamiento, por los grupos burbuja que han provocado en muchos centros la no asistencia a su aula de referencia, para quedarse de forma permanente en las aulas específicas. Decisiones, que los y las maestras han tenido que luchar para hacer prevalecer los derechos de esos menores. Medidas que han provocado la bajada de horas de asistencia de personal especializado para trabajar con ellos y un largo etcétera con el que han tenido que luchar maestros, maestras, equipos de orientación, equipos directivos y familias para poder mantener, al menos en parte, las medidas de acompañamiento que sus hijos e hijas tenían y por derecho, les pertenece.
Y ahora nuestra pregunta es: ¿Podemos seguir llevando a cabo medidas inclusivas en aulas con las restricciones necesarias para garantizar la seguridad en los centros escolares, las aulas y los menores?
- Rotundamente SI. Si podemos seguir poniendo en marcha medidas inclusivas en las aulas sin poner en riego a ningún miembro de la comunidad educativa. Quizá no sea posible los trabajos colaborativos entre grupos de diferentes aulas, o actividades o tareas de investigación que impliquen romper los grupos burbuja, pero podemos seguir trabajando con los tres principios que ayudan a garantizar la inclusión en las aulas que son la pertenencia, participación y promoción. Porque si alguno de estos tres, cojea, entonces no es inclusión. Será otra cosa, pero no inclusión.
- En una escuela inclusiva, se debe dar valor al curriculum funcional, común y adaptado a cada uno de los individuos que van a trabajar con él, basado en el aprendizaje significativo, cooperativo, constructivista, reflexivo, donde el niño y la niña sean protagonistas y además donde se trabaje desde la emoción. Promueve la participación de todos los agentes de la comunidad educativa, ya que cada uno de ellos tiene su papel indispensable en este entorno y para la sociedad.
Esta situación también nos ha dejado su parte positiva y es que, en la mayoría de los colegios, las ratios de las aulas han bajado y esto facilita el trabajo para poder llevar a cabo estas medidas; una de estas medidas es el Diseño Universal de Aprendizaje. DUA (Pastor, 2016):
- Está basado en investigaciones sobre el cerebro y el aprendizaje.
- Tiene un carácter inclusivo, ya que cuenta con numerosas teorías del aprendizaje que aportan diferentes formas de actuar ante la realidad que nos podemos encontrar, facilitando el acceso y el aprendizaje de todos nuestros alumnos y alumnas.
- El DUA, tiene 3 principios fundamentales que están, sustentados por la evidencia de estar relacionadas con tres redes neuronales implicadas en el aprendizaje. Estos principios son:
Proporcionar múltiples medios y formas que ayuden a la implicación de nuestros alumnos y alumnas
Proporcionar y propiciar múltiples formas de representación
Proporcionar múltiples formas de expresión y acción
- Estos principios están directamente vinculados con la red afectiva, localizada en el lóbulo límbico y encargada de los deseos, motivaciones e interés hacia el aprendizaje.
- La red del reconocimiento, localizada en la parte posterior del cerebro y encarga de reconocer la información ya almacenada y vincularla con la información nueva.
- Crea patrones de reconocimiento de voces, palabras, imágenes, sonidos o estilos de escritura.
- La red estratégica, localizada en los lóbulos frontales del cerebro y encargada de las funciones ejecutivas.
Con este contenido, pretendemos mostrar que las medidas están ahí y pueden seguir poniéndose en marcha y es nuestra obligación como educadores reflexionar sobre ello y ser conscientes de cuál es nuestro papel dentro de todo este entramado que es la INCLUSIÓN. Ser conscientes que nuestra mirada hacia el alumnado puede ser la clave y el primer y más importante paso para poder garantizar su derecho. El de la EDUCACIÓN. Y ser conscientes de que debemos ser cuidadosos con el lenguaje que usamos para poder promover la diferencia. El término de NEE está encierra la premisa de que las dificultades las posee el niño o niña y el término de barreras para el aprendizaje y la participación, encierra que las diferencias están en el entorno. Es el entorno el que discapacita, y donde debemos observar cuáles son esas barreras para poder dotar de accesibilidad para el aprendizaje a nuestros niños y niñas.
Está en nuestras manos provocar el cambio, aún en esta situación y con estas circunstancias:
- Podemos usar diferentes formas de comunicación para trasmitir aquello que queremos: imágenes, viñetas, palabra escrita, videos, música.
- Podemos permitir diferentes formas de expresión a nuestro alumnado, facilitando la evaluación también de ese modo.
- Podemos evaluar competencialmente y no memorísticamente como se hace de forma tradicional.
- Podemos partir de sus intereses, motivaciones, ilusiones, aficiones para trabajar los temarios.
- Podemos permitir al alumnado realizar trabajas de investigación, reflexión, acción y que la representación del mismo sea como ellos y ellas quieran.
- Podemos respetar los ritmos de cada uno y una y adaptarnos a ellos.
Está en nuestra mano. Nosotros y nosotras podemos ser parte del cambio, parte de la solución!
- Si sientes que esta es la manera y que es posible producir el cambio, desde Centro TAP y nuestro “Programa Aprender a Crecer Juntos”, estaremos encantados de iniciar esta nueva etapa juntos y acompañaros en este proceso de cambio. Estamos preparadas y formadas para trabajar con Comunidades Educativas. Si quieres más información puedes disponer de ella en nuestra web y en el correo info@centrotap.es