

Las familias que conviven con personas con autismo, hermanos, primos, padres, conocen de primera mano quiénes son ellos. Saben cuáles son sus aficiones, sus gustos, sus capacidades, aquello que les apasiona y les ayuda a seguir aprendiendo y avanzando. También conocen sus puntos débiles, aquello que no les gusta, les desagrada y no soportan.
Ellos y ellas, las personas con autismo son las mejores para enseñarnos todo aquello que les gusta y lo que no y su familia son el mejor apoyo para ellos y para nosotros como docentes. Con ellos, de la mano y paso firme, buscando objetivos comunes y apoyándonos unos a otros, podemos conseguir grandes o pequeñas metas. Sin ellos, nuestro trabajo se reduce a unas cuantas horas al día, a la semana. En equipo, las oportunidades se multiplican.
- Una de las características que presentan las personas con autismo, es la dificultad en la coherencia central, descrita por Firth en 1989 como la capacidad de procesar la información por su significado, a la que Baron-Cohen denominó, refiriéndose a este aspecto, como coherencia central débil. Esto quiere decir, que las personas con autismo prestan atención a los detalles y no la centran en el contexto que le puede dar significado. Baron-Cohen, describió, que este hecho podría ser a causa de una falta de integración sensorial que afectaría a la coherencia central y a la teoría de la mente.
- Sin embargo, actualmente ha pasado a considerarse un estilo o sesgo cognitivo que les hace tener una predisposición a centrarse en los detalles pequeños y además esto significa que sí son capaces de realizar ese procesamiento global. Por lo que no siempre estaría relacionado con una dificultad en la integración sensorial.
También existe otra teoría actual que afirma que en realidad no existiría un déficit en el procesamiento global sino una capacidad superior en el procesamiento local que le permitiría centrarse en esos detalles.
Por último, podemos encontrar otra teoría que afirma que simplemente es una característica más en la cognición de las personas con autismo.
Las personas con autismo son capaces de procesar a nivel global, pero debemos tener presente estas dificultades para poder trabajar con ellos y su familia, todos los procesos implicados para que esto ocurra.
¿Por qué es importante conocer este aspecto y tenerlo en cuenta?
- Porque es relevante para que la generalización de los aprendizajes, (entre otros aspectos) se produzca.
- Sabemos que la generalización es uno de los aspectos más complejos en el autismo, ya que supone no reconocer situaciones similares o estímulos parecidos que le puedan dar pistas para poder aplicar lo aprendido, a no ser que compartan ese detalle significativo o clave en que él o ella fijó su atención.
- Si contamos con la familia y su entorno podremos contribuir a que esto pueda suceder. Decidir de forma conjunta aquello que vamos a trabajar, de qué modo, para qué y con qué material podríamos trabajar en todos los entornos, podrá facilitar esa generalización.
¿Cómo podemos trabajar este estilo cognitivo o dificultad en la coherencia central?
- Realizando tareas con peticiones concretas que deriven en un procesamiento global, es decir, en una actividad general. Esto quiere decir que secuenciaremos en diferentes pasos cada uno de los pasos que debe dar para poder realizar una actividad.
- Dentro de esa secuenciación, debemos tener presente cuál es el canal preferente de comunicación del menor, ofreciendo la información por ese canal.
- En un gran porcentaje de los casos, las personas con autismo son pensadores visuales, por lo que el apoyo visual (imágenes reales, pictogramas) para poder hacerlo, será un gran aliado. Pero nunca dejaremos de lado el canal auditivo utilizando el lenguaje oral para ello. Si el canal preferente es el táctil podremos utilizar, además, objetos reales para dar la información de la secuencia.
Además de la generalización, las dificultades en la coherencia central afectan a otros aspectos que son importantes. Estas dificultades pueden ser:
- Dificultad en el reconocimiento facial.
- Dificultad en la identificación de las expresiones emocionales (sobre todo en el caso del miedo, quizá, por la menor atención en el cómputo global del rostro), independientemente de la capacidad cognitiva.
- Dificultad para reconocer los movimientos expresivos de emociones o explicativos.
- Mayor habilidad visual para discriminar detalles concretos en contextos muy confusos.
Si quieres conocer un poco más sobre y otros aspectos del autismo y la diversidad funcional, si crees que en equipo siempre es mejor y piensas que podemos ir de la mano, desde Centro TAP y nuestro “Programa Aprender a Crecer Juntos”, estaremos encantadas de iniciar esta nueva etapa juntos y acompañaros en este proceso. Estamos preparadas y formadas para trabajar en equipo con vosotros/as. Si quieres más información puedes disponer de ella en nuestra web y en el correo info@centrotap.es