

Como todos sabemos, la adolescencia es una época de grandes cambios en la que los seres humanos pasamos de ser niños a construirnos como adultos y no siempre es fácil, y todos estos cambios, no se producen de la noche a la mañana si no que, ocurren aproximadamente entre los 11/12 años hasta los 21/24 años de edad.
Partimos de una premisa fundamental: la adolescencia cumple una función primordial en el desarrollo de la persona adulta. Es el momento en el que se conforma el autoconcepto, y lo hace desde la separación natural, desde la negación de lo que se conoce, para empezar a buscar lo que me identifica, aquello que me da identidad. Por eso, es tan difícil lidiar con las emociones, porque el cerebro adolescente quiere volar y los valores adquiridos de la familia desde que nacemos están ahí para poner los límites, surge entonces la contradicción.
¿Cuándo acudir a un profesional?
No en todos los casos el paso por la adolescencia es una época necesariamente difícil, pero en general suelen surgir dificultades asociadas a los cambios hormonales, fisiológicos, emocionales que caracterizan esta etapa del desarrollo y, hay que decir, que son completamente normales, aunque, evidentemente existen las excepciones y en algunas ocasiones es necesario recurrir a la ayuda de profesionales que nos ayuden a gestionar mejor estas situaciones, algunas de las cuales pueden ser:
- Dificultades en la convivencia familiar
- Descenso brusco del rendimiento académico
- Estado de ánimo bajo o cambios de humor sin motivo aparente que perduran en el tiempo por más de 6 meses
- Vivencia o sospecha de situación de acoso o bullying
- Abuso de sustancias/adicciones/relaciones abusivas
- Identificación sexual
- Trastornos del sueño, tanto por exceso como por defecto
- Trastornos de la alimentación, come compulsivamente o deja de comer
- Aislamiento excesivo
- Dificultad en las relaciones socio-afectivas (con amigos y familiares)
- Déficit en habilidades sociales
Y a la hora de necesitar terapia…Podemos encontrarnos varios escenarios:
Adolescentes que quieren ir al psicólogo y la familia no lo ve necesario
En algunos casos los padres achacan el malestar que sienten sus hijos al propio proceso de la adolescencia, esperando que pase con la edad o con el tiempo.
Estamos acostumbrados a escuchar “es una cuestión de madurez”. Sin embargo, cuando un adolescente solicita ayuda es importante que acompañemos y escuchemos cuales son las razones que los llevan a plantearse una terapia. Siempre puede ser conveniente consultar con un profesional y que sea el que valore la idoneidad de iniciar un proceso terapéutico.
Padres que creen necesario que su hijo acuda a terapia y el adolescente no quiere ir
En estos casos suele ser difícil explicar a los hijos porque vemos necesario que acudan a terapia. En la mayoría de los casos los chavales suelen tener prejuicios sobre lo que significa acudir al psicólogo o psicopedagogo, algunos de ellos son mitos que más abajo desterramos.
¿Cómo explicarle? Es importante que partamos de la idea de que no está solo, y para ello cambiamos el pronombre TÚ necesitas ayuda por el de NOSOTROS. Nos dirigimos a ellos desde lo que vemos y nos preocupa y le trasladamos la necesidad de mejorar.
- “Tú no eres el problema, las personas tenemos problemas y a veces necesitamos que alguien nos ayude a resolver, a tomar decisiones a aprender a gestionar mejor”
Cuando están todos de acuerdo ¿Cómo acompañarle en el proceso? ¿Cómo explicarle en qué consiste?
En estos casos nuestra labor como padres es la de acompañar y facilitar, trabajando de manera coordinada y conjunta.
Explicar a nuestros hijos e hijas los beneficios que aporta una terapia pueden ayudar a entender cómo puede ser el proceso. Podemos explicarles que el psicólogo nos ayuda a:
- Entender y manejar de manera adecuada nuestro mundo emocional
- Adquirir herramientas, que van más allá del momento puntual y pueden servirnos a lo largo de toda nuestra experiencia vital
- El espacio terapéutico se conforma como un lugar de autocuidado, donde se fomenta la escucha activa
MITOS que debemos desterrar de la PSICOTERAPIA
- Estoy “loco”
No tiene que existir una patología o enfermedad mental asociada a un proceso terapéutico, la terapia nos ayuda a conocernos mejor y a construir un autoconcepto sano, lo que nos va a permitir establecer relaciones saludables tanto con nosotros mismos como con los que nos rodean
- “Si voy al psicólogo es porque tengo problemas”
Como hemos mencionado antes, las personas tenemos problemas. Es algo que forma parte de nuestra vida. Está en nuestra mano aprender a gestionar de manera adecuada la toma de decisiones y las emociones que van ligadas a ella
- “Me van a psicoanalizar” Voy a descubrir cosas que no quiero o no me gustan sobre mí.
Este mito está muy ligado al concepto freudiano sobre la psicología. En la actualidad, la psicología ofrece muchos enfoques y es importante que veamos cual se adapta mejor a nosotros
El trabajo con la familia… FUNDAMENTAL
En cualquier caso, el trabajo coordinado con la familia, es fundamental para conseguir el éxito terapéutico. Además, otro de los factores importantes es la confianza en el profesional, está comprobado que cuando la familia y el paciente confían en la persona que tienen delante el éxito está asegurado.
En Centro TAP contamos con un equipo multidisciplinar de psicólogas, psiquiatra, psicopedagogas, especialistas en terapia infanto-juvenil y de familia que pueden ayudarte en este momento tan importante del desarrollo, la adolescencia.