

Cuando uno piensa en secta es muy probable que venga la imagen clásica de gurú con túnica y discurso espiritual, con muchos seguidores algo extravagantes en su proceder. Es un perfil clásico y una imagen clara, pero la realidad es mucho más compleja en el pasado y ahora. Las sectas destructivas no son dañinas por sus creencias e imagen, lo son por sus mecanismos de captación y convencimiento, usando todo tipo de estrategias de manipulación y persuasión coercitiva.
Lo que hace destructiva a una secta es su finalidad con el adepto, la anulación de su pensamiento crítico generando una total indefensión y dependencia al líder, miembros y discurso.
- Queremos informar para desmontar el mito de que las sectas destructivas son cosa del pasado, y religiosas fundamentalmente, esta creencia nos hace especialmente vulnerables a un amplio abanico de sectas que en su discurso pueden ser de corte político, pseudoterapéutico, empresarial etc. y que además están en contacto directo con nosotros usando cualquier medio, en especial la redes sociales e Internet.
¿Qué caracteriza a una secta destructiva?
- Son organizaciones con apariencia totalmente lícita, muchas veces reguladas como entidades religiosas, organizaciones humanitarias, empresas, escuelas… a las que uno accede libremente, pero con engaño desde el primer momento, nunca cuentan todo lo que se vive dentro de ellas.
- Facilitan y ofrecen soluciones -a veces solo mágicas- a todo tipo de problemas personales, económicos, psicológicos, inquietudes vitales, soledad…si una secta fuera solo mala en su presentación y propuestas no captarían a nadie.
- Son dueñas de una verdad única y suprema, es una verdad incuestionable. Por este motivo es bueno informarse críticamente de dicho grupo, dudar, plantear abiertamente muchas preguntas que suelen llevar mal. Desconfía si ante tus dudas te plantean que eres tú el problema, tu falta de confianza, defiende siempre que tienes derecho a dudar y plantearlo educadamente.
- Son estructuras muy jerarquizadas, donde hay un gurú o una cúpula de miembros fuertes. Esto pasa en muchas empresas y en organismos de nuestra sociedad, por lo que este dato aislado no nos dirá mucho, pero es habitual que no se conozca fácilmente toda la estructura de entrada, no te dan un organigrama real el primer día. Vas descubriendo la jerarquía conforme te comprometes con el grupo y vas viendo qué hay que hacer para pasar a distintos niveles. Para cuando se conoce esta estructura, el proyecto personal del adepto será conseguir lo máximo en esa carrera de la secta.
- El gurú puede ser un iluminado o alguien que se auto-acredita en sus capacidades, algunos crean escuelas y máster para titularse incluso a ellos mismos, o puede estar muy bien acreditado como médico, psicólogo, fisioterapeuta, maestro… esto no importa para que sea un manipulador cuyos verdaderos objetivos con las personas es someterlas a él.
- Con el tiempo el adepto se puede dar cuenta -aunque estando dentro es muy difícil- de que fue buscando una clase de yoga y terminó en un proceso de crecimiento espiritual, quería tener herramientas para estudiar y termina en formaciones infinitas que le llevaran a ser millonario. En definitiva, entras con un propósito y terminas en la búsqueda de otro muy distinto que, además, es inalcanzable.
- Las metas nunca se alcanzan, pero la responsabilidad de no conseguir tus logros no es del grupo o el método/terapia propuesta, eres tú que no te esfuerzas, que no confías, que tienes gente a tu alrededor que no te lo permite, exacerbando mucho tu sentimiento de culpa y exonerándose de toda responsabilidad. Un triste ejemplo que se repite muchas veces: si una persona muere de cáncer no es porque la pseudoterapia no funciona o por dejar el tratamiento convencional, es por su falta de compromiso o porque su familia le perjudica.
Estas son algunas de las características más importantes que las sectas destructivas de antes y ahora comparten, no han experimentado cambios importantes en sus modos de proceder, pero si que se han modernizado para salvar y mantener sus negocios, las Sectas 2.0 no son un peligro de futuro, están entre nosotros, con especial interés en los más jóvenes. La información y el sentido crítico con criterio son la base de cualquier prevención, no es cuestión de inteligencia, es cuestión de saber y conocer. Comparte la información.