

En muchas ocasiones usamos la palabra autoestima para definir el grado de bienestar o satisfacción que tenemos sobre nuestro propio ser. Hay varios factores que influyen en esta y la imagen corporal es uno de ellos muy importante.
Nuestro autoconcepto, es decir, la idea que tenemos de nosotros/as mismos/as, se forma a partir de premisas sociales, físicas, familiares, personales, creencias, valores etc. Valoramos ese concepto como bueno o malo en función de nuestro ideal y de cuanto nos alejamos o acercamos a él. Nuestra percepción individual, en comparación con ese ideal social es lo que conforma nuestra autoestima. Hablamos también de autoestima corporal cuando ese concepto está basado en cuestiones físicas y la valoración que hacemos de ello.
- Desde la infancia vamos construyendo nuestra identidad, sabiendo quién somos y cuáles son nuestras características. Somos conscientes de nuestras cualidades positivas y negativas a través del lenguaje -, mensajes que nos dan desde nuestro entorno familiar, escolar y social-, de la experiencia con el mundo interno y externo – éxitos y fracasos-, de nuestras percepciones y pensamientos, etc.
- En la etapa adolescente suceden una serie de hitos a superar para lograr seguir desarrollando la identidad, como son lograr independencia de las figuras parentales, aceptar la imagen corporal e integrarse en la sociedad a través del grupo.
La imagen corporal es la representación de nuestro cuerpo en nuestra mente y la vivencia que tenemos de él. Es diferente a la apariencia física puesto que personas que se alejan de los cánones de belleza socialmente aceptados pueden sentirse bien consigo mismas y con su cuerpo y viceversa.
Los componentes de la imagen corporal son:
- Perceptivos: Como puede ser la estimación de la talla, creencia de cuanto se ocupa en el espacio, volumen, tamaño, etc. Es decir, como se ven las personas a sí mismas y como perciben a los demás.
- Afectivos: La gestión emocional y por tanto las emociones asociadas a esa percepción de la imagen corporal y la apariencia, determina la satisfacción/insatisfacción con el propio cuerpo.
- Cognitivos: Creencias, actitudes valoraciones y esquemas que se tienen acerca de la imagen corporal.
- Conductuales: Comportamientos o acciones que se hacen con relación al cuerpo y la imagen corporal. Por ejemplo, evitar comer ciertas cosas, camuflarse con la ropa, eludir planes sociales…
La imagen corporal también se va construyendo evolutivamente y en las distintas etapas de la vida vamos interiorizando la vivencia del propio cuerpo que va sufriendo cambios a medida que pasa el tiempo.
La imagen corporal; esta percepción, evaluación, valoración y vivencia del propio cuerpo, está relacionada con la personalidad y el bienestar psicológico.
Alteraciones en la imagen corporal, ya sea por cuestiones perceptivas (distorsiones del propio cuerpo o de alguna parte de él) o cognitivo-afectivas (malestar, disgusto, insatisfacción y pensamientos negativos), pueden llevar a trastornos más graves, como trastorno dismórfico, algún trastorno de la conducta alimentaria, etc.
El efecto que tienen los mensajes sociales en la población adolescente es determinante en este desarrollo de la identidad y en concreto de la imagen corporal. Se ha demostrado como la exposición a imágenes de modelos delgadas en revistas tiene un efecto negativo inmediato, llevando a una mayor preocupación por el peso, insatisfacción corporal y estado de ánimo negativo. Esto afecta más a la población femenina muy probablemente por los mensajes de la sociedad basados en el género.
Es evidente que aún queda trabajo por hacer a nivel social para evitar que estos modelos impuestos socialmente afecten negativamente en la infancia y adolescencia, siendo las etapas más vulnerables por encontrarse en el periodo de formación de identidad. Tener conocimiento de cómo influyen estas variables en la formación de identidad nos permitirá poner atención a nivel familiar e incluso escolar en valores, actitudes, diversidad etc. y sobre todo en fomentar un bienestar psicológico para lograr una seguridad en sí mismos/as y por tanto disminuir la probabilidad de que a los adolescentes les influya negativamente esa exposición o modelos impuestos.
En Centro TAP, contamos con profesionales que podrán ayudarte o ayudar a tus hijos e hijas, cuenta con nuestra experiencia para generar una relación sana con el cuerpo, la seguridad interna y la autoestima
“No solo las plumas bonitas hacen bello a un pájaro.” ESOPO