

El embarazo, suele estar asociado a emociones agradables en la mayoría de los casos. La dulce espera está acompañada de ilusiones, deseos y proyecciones agradables sobre el futuro y la llegada del nuevo miembro de la familia.
A estas emociones agradables, también se le suman miedos y temores sobre como será, la incertidumbre acerca de nuestro papel como madres o padres y otras preocupaciones. Algunas de estas suelen estar relacionadas con la posibilidad de un parto prematuro y lo que ello puede conllevar.
- Las causas que pueden provocar un parto antes del tiempo previsto o incluso que se tenga que inducir artificialmente son múltiples. Estos factores, en la mayoría de las ocasiones, escapan de nuestro control y, por tanto, difícilmente se podrían haber evitado. Es importante, analizar bien esta situación para eliminar la culpa que puede acompañar a este difícil momento. Se ha comprobado que, en ocasiones, la madre queda repasando una y otra vez que podría haber hecho o haber evitado para impedir que esto sucediera. Contar con la adecuada información y apoyo en estos momentos será crucial para el manejo emocional necesario y priorizar necesidades.
Los miedos asociados al nacimiento prematuro están relacionados con las posibles secuelas que esto pueda tener para el bebé. Dejarse guiar por los/as profesionales que nos estén atendiendo es la clave para no anticipar un futuro negativo.
Por desgracia, en ocasiones, las consecuencias que estos partos tienen son graves, pero afortunadamente, existe un alto porcentaje de bebés nacidos antes de tiempo, cuya esperanza de vida es prácticamente la misma que para los nacidos a término o las secuelas derivadas del parto prematuro son leves o mínimas. Evidentemente esto depende del tiempo de gestación, factores asociados al parto, enfermedad previa, etc.
¿Qué puedo hacer si temo un parto prematuro?
- Mantenernos informados del estado del bebé facilita nuestra tranquilidad, y lo más importante debemos estar conectados/as con el presente y el día a día, es sin duda alguna nuestro mayor factor de protección para no sentir que nos invade el miedo y la incertidumbre ante la espera.
¿Y si nace mi bebé prematuro?
- Una vez superado el parto, se puede mezclar el proceso de aceptación de lo sucedido con la necesidad de acudir cada día al hospital si es que nuestro bebé se ha quedado ingresado, o acudir a constantes revisiones, lo que puede acarrear un agotamiento físico y mental. Por tanto, fijarse en los avances y mantener una visión positiva acerca de los progresos, mantendrá la esperanza y la atención puesta en los objetivos sin caer en derrotismo.
- En el proceso de aceptación mencionado, también está la modificación de esquemas previamente construidos. Expectativas sobre la lactancia, piel con piel, estimulación temprana… probablemente se vean mermados. Una vez más, mantener una actitud de apertura y flexibilidad ayudará a adaptarnos a la nueva situación. Si, por ejemplo, la madre siente frustración ante el hecho de no poder dar el pecho porque el bebé no tiene desarrollada la capacidad de succión o por cualquier otro motivo, mantener alejada la culpa y los prejuicios sobre la maternidad es clave para no sentirnos invadidas por la ansiedad. Una vez más, preguntar sobre las opciones e informarnos, nos dará sensación de control y conocimiento sobre la toma de decisiones. Afortunadamente, hoy en día existen múltiples opciones para amamantar con leche materna a través de sonda o con otros mecanismos si se desea y se puede.
¿Haber tenido un primer bebé prematuro implica que un segundo embarazo será así también?
- Otros de los miedos asociados, suele recaer en la búsqueda de un próximo embarazo. La experiencia previa puede provocar un temor a que la situación se repita llevando a vivir el embarazo con angustia y autoobservación excesiva.
- En circunstancias normales, sin causa previa asociada, se ha comprobado que existe un bajo porcentaje de riesgo de un segundo parto prematuro en mujeres cuyo primero si lo fue. Además, este se reduce con un adecuado control del embarazo por parte de los servicios médicos.
Destacamos una clave práctica:
- Realiza actividades agradables, ya que experimentar emociones de calma, paz, bienestar, realizar relajación o meditación, así como intentar escapar del estrés y mantener una vida lo más tranquila posible, hará que te aumenten las probabilidades de vivir un embarazo tranquilo y sin excesivos agobios que te impidan disfrutar del proceso.
El parto prematuro, es por tanto una situación estresante donde se ponen en juego miedos, incertidumbre e incluso culpa o agotamiento. Apoyarse en la pareja, la familia, los allegados y permitirse estar triste o sentirse mal, también es importante a la hora de aceptar la situación y hacerle frente de la mejor manera posible. Además siempre podrás contar con las profesionales de Centro TAP, contacta con nosotras y te acompañaremos en todo aquello que necesites.