

Publicaciones recientes reflejan que más del 5% de las bajas laborales en las empresas españolas se deben a cuestiones emocionales. Estrés, ansiedad, trastornos del estado de ánimo… Y de estas, considerándose graves una baja de más de 12 meses, las psicológicas ocupan el segundo lugar, solo por detrás de trastornos musculoesqueléticos y cáncer.
- Hablamos de una gran cantidad de personas y, por tanto, pérdida para las empresas a todos los niveles. No solo pierden en cuestión de ganancias económicas, si no también en motivación, implicación, sensación de pertenencia, bienestar psicológico y un largo etcétera.
Que las empresas inviertan recursos en identificar el estado emocional de sus trabajadores y una vez hecho esto, poner en marcha estrategias para solventarlos o mejorarlos, puede implicar un cambio radical del clima laboral y por tanto de la productividad.
Empleados felices, son empleados comprometidos con el proyecto y por tanto más productivos
Pasamos por una época, donde, de alguna manera se ha llegado a implantar un sistema de “más es mejor”, sin tener en cuenta, que no somos máquinas y que el desgaste físico y emocional pasa factura tanto a nivel individual como a nivel de grupo. La baja laboral de una persona, en las empresas, suele tener consecuencias negativas para las demás, o bien asumiendo sus tareas, o generando mayor responsabilidad o sensaciones de hostilidad y tensión; lo que favorece que esas personas también sean vulnerables a sentir emociones desagradables como ansiedad o angustia y por tanto encadenar unas bajas con otras, haciendo realmente difícil la continuidad, la estabilidad y el conseguir los objetivos propuestos.
- En la práctica clínica, los casos que llegan a consulta relacionados con el trabajo suponen más del 40% del total, y de ellos, las personas medicadas son la inmensa mayoría.
- Por desgracia, no es raro encontrar personas que acuden a ansiolíticos y antidepresivos para afrontar su jornada laboral día tras día.
En estos casos, se trabaja el manejo del estrés, cómo ponerse límites para no sobrepasarse, dominar el asertividad, identificar sensaciones físicas, poner en marcha recursos de bienestar, de ocio y de desactivación fisiológica como la relajación o la meditación… y muchas veces, en último término, se trabaja para cambiar de trabajo y encontrar ese bienestar y felicidad.
Es cierto, que parece que las empresas se van concienciando de este elemento tan importante y se ve como dedican parte de sus presupuestos a formación, bienestar, teambuilding, etc., pero se trata de ir más allá y tomar conciencia a nivel global de la importancia de esto.
Al igual que a un estudiante en plenos exámenes se le agendan también los descansos y se habla de que estos, son tan importantes como los tiempos dedicados a estudio; o a un deportista de élite se le respeta (e incluso le obligan) a jornadas de descanso muscular y mental para poder rendir al 100%, es necesario planificar horarios en las empresas donde se tenga en cuenta el factor humano y la capacidad de rendimiento.
Para poder sacar el mayor rendimiento de los y las trabajadoras, mayor bienestar y sensación de compromiso y mantener la motivación en las personas que componen los equipos es importantes:
- Invertir tiempo en formaciones tanto para los líderes de equipos como para los miembros de los mismos. A competencias diferentes, necesidades diferentes.
- Concienciar de la importancia de sentirse identificado con el rol que ocupan las personas. Asegurarse, de que el desempeño de la tarea coincide exactamente con la descripción del puesto y los acuerdos realizados desde el inicio.
- Mantener activa la información en cuento a posibles cambios, nuevas medidas e incorporaciones.
- Programar reuniones individuales donde las personas se sientan cómodas a la hora de expresar desacuerdos, demandas, peticiones y dar un feedback tanto ascendente como descendente.
- Poner en marcha recursos, para aprender a identificar señales de malestar en el trabajo: tensiones, preocupaciones, falta de conciliación, insomnio, discusiones, competición, inseguridad, ansiedad…
- Aprender a valorar el lenguaje: emitir elogios, felicitar, poner de relieve un buen trabajo, etc. se conseguirá una sensación de cercanía y favorecerá la motivación por seguir mejorando.
- Poner, al servicio de los/as empleados/as un servicio de psicología, si bien no es posible dentro de la empresa, llegar a convenios o colaboraciones externas, para cuidar todos estos aspectos.
En Centro TAP contamos con amplia experiencia en la evaluación de las diferentes necesidades que presentan las organizaciones. Una vez identificadas estas necesidades, la formación a los equipos es una de las vías más utilizadas con las empresas que históricamente han confiado en nuestro equipo de profesionales. Además desarrollamos un Programa pensado para las empresas comprometidas con el cuidado de sus equipos, se trata del Programa Vitamina: análisis y enriquecimiento para empresas emocionalmente inteligentes
“Las empresas exitosas contratan personas” Rick Scott