

El autocuidado es un acto consciente hacia nosotros mismos que se realiza para potenciar nuestro bienestar emocional, físico y mental, fomentando los hábitos saludables para mejorar nuestra salud y estado de ánimo. Está basado en el amor propio, aprendiendo a priorizarnos creando una rutina de cuidado personal constante, para evitar sentirnos agotados debido al estrés del día a día.
- Muchas veces, en ciertas etapas de nuestra vida, en la que estamos más bloqueados o sometidos a las obligaciones diarias, no sabemos de qué manera ocupar y enfocar nuestro tiempo libre. Es importante tenerlo en cuenta ya que nos permite adaptarnos y sobrellevar las situaciones negativas, estresantes y difíciles de la vida, aprendiendo a gestionar este tipo de factores y dedicándonos el tiempo que requerimos para cubrir nuestras necesidades favoreciendo así la armonía mente/cuerpo.
No es un acto egoísta, ya que nos permite:
- Estar más conectados con lo que necesitamos, poniendo el foco en nosotros mismos.
- Generamos autoconciencia y amor propio
- Nos atendemos y escuchamos desde el cuidado, respeto y autocompasión
Si no conseguimos potenciar esos momentos de calidad para nosotros mismos, en los que podamos conectar con la sensación placentera de bienestar, generando actividades beneficiosas para nosotros, seguramente nos vayamos dejando llevar por el agobio o malestar, siendo más difícil enfrentarnos a las dificultades y adversidades que se nos van presentando.
Para identificar si estamos o no teniendo un buen autocuidado, vamos a hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Nos tomamos tiempo de calidad al día solo para nosotros mismos?
- ¿Priorizamos nuestro bienestar al de los demás?
- ¿Cuidamos de nuestra salud física, emocional y mental?,
- ¿Somos capaces de escuchar a nuestro cuerpo, hablarnos bien y atender a nuestras necesidades?
Para empezar a potenciarlo, es importante que nos preguntemos que necesitamos y que identifiquemos de qué forma, haciéndonos responsables sobre nuestras decisiones acerca de nuestro bienestar. Es esencial que aprendamos a escucharnos, siendo honestos con nosotros mismos, consiguiendo atender a nuestras necesidades sin sentirnos culpables o egoístas por disfrutar del tiempo para nosotros.
Muchas veces nos autoengañamos poniéndonos excusas como la falta de tiempo. Lo único que debemos hacer es ser constantes en la búsqueda de esos instantes para encontrar la fórmula de conseguir establecer esas rutinas ajustadas a nuestras necesidades y prioridades.
A continuación, vamos a ver los distintos tipos de autocuidado:
Autocuidado emocional:
- Aprender a identificar y expresar las emociones y sentimientos de forma habitual
- Permitirnos fallar y estar mal
- Aceptarnos a nosotros y nuestras emociones sin juzgarnos
- Tiempo de calidad con las personas que queremos
- Realizar actividades para canalizar el malestar: pintar, leer, escribir
- Tiempo para reflexionar y ser introspectivos para conocernos mejor
- Meditar
- Practicar la aceptación y la superación personal
Autocuidado físico: atender a nuestro cuerpo en todas las áreas
- Alimentarnos de forma sana y nutritiva
- Realizar actividad física
- Dormir las horas que nuestro cuerpo necesita
- Controlar la salud con revisiones médicas
- Evitar malos hábitos
- Darnos un masaje
Autocuidado social:
- Sacar tiempo y energía para socializar y cuidar las relaciones de amistad (escribir, llamar, proponer planes, etc)
- Construir y mantener relaciones con los demás
- Unirse a grupos de personas con intereses comunes
- Apuntarse a actividades para aprender cosas nuevas
- Alejarse de las personas que no te aportan cosas positivas
- La conexión con otras personas contribuye a nuestro bienestar
Autocuidado intelectual:
- Ejercitar la mente y mantenerla ágil. Estimular la creatividad.
- Leer libros o artículos de interés
- Realizar alguna actividad creativa como: escribir, dibujar, tocar un instrumento
- Aprender una actividad nueva y diferente (fotografía, cerámica, idiomas, etc)
- Ir a museos y exposiciones
- Ver documentales o escuchar podcast sobre temas de interés
Una vez aprendido como podemos fomentarlo, veremos resultados positivos como:
- Mejoramos el autoconocimiento: somos más conscientes de nuestras necesidades y nos escuchamos más.
- Mejora la Autoestima: al sacar tiempo de calidad para nosotros nos sentimos mucho mejor y más seguros
- Mejora la productividad, aprendemos a priorizar, poner límites y al sentirnos mejor estamos más enfocados en lo realmente importante
- Mejora la calidad de vida y las relaciones con los demás, al encontrarnos mejor, tenemos más para dar
Si aún con estas pautas, crees que no eres capaz de priorizarte, sacar tiempo para ti y cuidarte, y esto conlleva al malestar emocional, no dudes en acudir a un profesional. Desde el equipo de Centro TAP podremos ayudarte a conocerte mejor y a conseguir cubrir tus necesidades para potenciar tu bienestar.