

La técnica del lugar seguro es un recurso, ya sea en espacio físico o en imaginación, que ayuda a la persona que lo practica a tener un estado de autoconocimiento, calma, relajación y autorregulación.
Cuando nos encontramos en un estado de activación muy elevado, con pensamientos intrusivos, rumiantes y con síntomas de estrés y malestar, nos puede costar mantener la calma para respirar e intentar relajarnos, ya que la mente se dirige a esos pensamientos y sintomatología negativa. Los niños pequeños no saben regular sus emociones por sí mismos, por lo que hay que ayudarles a hacerlo.
En este espacio físico que vamos a crear, pueden aprender a calmarse y a conectar con su cuerpo y emociones. Así podrán tranquilizarse y salir de su estado reactivo.
Es importante saber que en el lugar seguro:
- No imponemos a los niños a ir, solo los acompañamos
- No se castiga en él
- El niño debe sentirse seguro y libre para validar y sentir cualquier emoción.
¿Cómo lo haremos?: Deben escoger un espacio, como una sala o el rincón de su habitación, donde pueda aislarse de los demás (con cojines, mantas, peluches, etc.) con una pared para pegar cosas. Habrá 5 fases:
- Yo soy: para regularse, debe identificar previamente (con ayuda del adulto) qué situación le activó y por qué emoción está siendo invadido. Ejemplo: “Soy rabia”, “Soy miedo”.
- Yo me calmo: ya en el espacio, escoger una forma de calmarse; con la respiración, hinchando un globo, etc.
- Yo me siento: identificaremos la emoción que estamos sintiendo con caritas que hemos pegado en la pared, mediante muñecos o delante de un espejo. Intentando primero identificar lo que tiene delante de él, para después regularse a sí mismo.
- Yo elijo: hacer alguna actividad que le ayude a tranquilizarse, como pintar, escuchar música, leer, usar la botella de la calma de Mindfulness.
- Yo soluciono: cuando haya conectado con su emoción y esté más calmado, veremos ejemplos de cómo podemos actuar la siguiente vez para no sentirnos así.
Cuando sean más mayores, este entorno seguro podrá ser un espacio interno, habrán conseguido generar una estrategia de regulación e identificación emocional
Otra estrategia para calmarse es visualizar un lugar seguro. Sus beneficios son:
- Capacidad de autoconocimiento y autorregulación
- Evitar que la mente se vaya a lo que percibamos como amenazante o negativo, dirigiéndolo a un lugar positivo y así disminuir la activación.
- Evocar situaciones que nos transmiten emociones positivas, agradables y de paz
- Complementario con otras técnicas de relajación y respiración
Les ayudaremos a crear mentalmente un entorno que le vaya generando esa sensación de calma y seguridad, recreando emociones agradables, para más adelante aplicarlo de forma autónoma. Irán incorporando elementos detalladamente; colores, olores, sonidos, sensaciones corporales, personas, que nos permitirá entrar en ese espacio de una forma más efectiva.
¿Cómo lo haremos?:
- Identificamos un lugar, real o imaginario, en el que nada ni nadie puede hacerles daño. Es importante que el espacio nos conecte con sensaciones placenteras, alejado de las sensaciones negativas. Incorporamos a ese lugar todos los detalles que queramos añadir para que la visualización sea lo más agradable posible.
- Narraremos la historia que nos han descrito previamente. Tumbados, tranquilos y con los ojos cerrados, les haremos la visualizando guiada: “Ahora estás en un bosque, rodeado de árboles, andando descalzo por la hierba, es una sensación muy agradable, escuchando cantar a los pajaritos, y oyes un río, ves a las personas que quieres…”
- Vamos a preguntar que está viendo en este momento, que siente, “si hay algún olor o color llamativo”, “¿qué sensaciones notas en tu cuerpo ahora mismo?, ¿dónde notas la calma?”
- Identificamos cómo nos sentimos física y emocionalmente. Si estamos tranquilos, vamos a seguir “explorando” nuestro lugar seguro, pidiéndoles que verbalicen como se encuentran (“tranquilo, en paz, relajado, calmado).
- Una vez que haya conectado con las sensaciones corporales y en cómo se sienten, volverán a visualizar y conectar con ese lugar provocando una sensación de calma.
Primero les enseñaremos a ponerlo en práctica en los momentos dónde se sientan bien y relajados para ir afianzando la dinámica. Así generarán automatismos y fortalecerán la conexión entre las imágenes y las emocione agradables.
En momentos de malestar, podrán traer las imágenes a la mente conectando de la forma más concreta posible con esas sensaciones agradables Así podrán sentirse capaces y seguros para recurrir a ello cuando lo necesiten.
Si te apetece seguir ahondando más sobre estrategias y técnicas de regulación ponte en contacto con nosotras, estaremos encantadas de ayudarte en todo aquello que necesites.